Viernes 04 de Octubre de 2024

Fiel a la leyenda

REGATA
La Rolex Sydney Hobart es la aventura oceánica de referencia para todo amante de la navegación.

La Rolex Sydney Hobart es la aventura oceánica de referencia para todo amante de la navegación. Conocida con el sobrenombre de “La Gran Regata”, en su 71ª edición reafirmó su estatus de leyenda, con unas condiciones meteorológicas extremas que provocaron la retirada de un tercio de la flota. Ganada en tiempo real por el barco más potente de la flota, la victoria final a punto estuvo de corresponder al más pequeño.

El 26 de diciembre, más de 1.500 regatistas a bordo de 108 barcos de 28 nacionalidades (récord histórico, incluyendo la primera presencia de un equipo chino) partieron del majestuoso puerto de Sídney frente a una impresionante formación de cientos de miles de espectadores, que se rindieron al espectáculo de contemplar los veleros poniendo rumbo sur con vientos a favor de más de 20 nudos de intensidad. Pero los participantes salían al agua con un parte meteorológico que indicaba que ese entorno idílico cambiaría radicalmente durante la noche…

Un tercio de la flota, fuera

Y así fue. Con la caída del sol, y en apenas unos pocos minutos, el viento dio un giro de casi 180 grados para soplar contra la flota con intensidades en el entorno de los 40 nudos y acompañado de olas demoledoras. Comenzaba un calvario de 18 horas que ejercería de implacable prueba de fuego para embarcaciones y tripulantes. A partir de ese momento, la dirección de regata iba a recibir informaciones de incidencias de todo tipo, desde velas rasgadas, hasta roturas de timón o daños estructurales. Como consecuencia, 31 barcos ponían proa a puerto sin haber podido completar el recorrido. Un tercio de la flota. Todos los participantes, tanto los amateur como los más experimentados profesionales, coincidieron al definir ésta como una “auténtica” Rolex Sydney Hobart, y no pocos apuntaron a las condiciones de esa primera noche en el mar como unas de las más duras que recuerdan.

El favorito local, el 100 pies Wild Oats XI del magnate del vino Bob Oatley, fue una de las bajas con mayor repercusión. El barco más laureado en la historia del evento reportaba daños irreparables en su vela mayor, teniendo que desistir de su intento por ampliar su récord de ocho victorias en tiempo real. Otro supermaxi australiano, el Perpetual Loyal, se retiraba a puerto con rotura de timón. Estas dos bajas reducían el número de rivales para el titánico Comanche de Jim Clark y Kristy Hinze-Clark, cuya segunda plaza en su anterior participación supuso la única excepción en un currículo impecable de victorias por todo el mundo desde su botadura.

Al timón del monocasco más rápido del mundo

Desde su debut en competición en la Rolex Sydney Hobart 2014, el Comanche ha firmado una inmaculada temporada, incluyendo la victoria  de la Rolex Fastnet Race en Reino Unido, o el establecimiento de un nuevo récord de distancia recorrida en 24 horas por un monocasco: 618 millas.

Para esta edición, Jim Clark reunió una veintena de los mejores especialistas del mundo, incluyendo al patrón Ken Read o al doble campeón de America’s Cup, el australiano Jim Spithill, ISAF Rolex World Sailor of the Year 2014. El español Pablo Arrarte se encontraba entre los elegidos. “Nunca entendí por qué la gente aprecia tanto la Sydney Hobart, pero ahora lo comprendo”, declaraba el español al llegar a tierra. Arrarte, considerado uno de los mejores cañas oceánicos del planeta, fue el responsable de timonear el Comanche durante buena parte del recorrido. “Tener la oportunidad de navegar con esta tripulación es una satisfacción absoluta, y que además me permitan conducir es un orgullo. El barco es como un Volvo (el modelo de la Volvo Ocean Race) pero a lo bestia; vas a 30 nudos de velocidad y ni te enteras, sabes que puedes ir incluso mucho más rápido”.  

Supermodelo a bordo

Pese a carecer de experiencia oceánica, la co-armadora del Comanche decidió competir a bordo de su barco. Aún sabiendo las condiciones que iban a afrontar en el camino a Hobart, Kristy Hinze-Clark no lo dudó: “Estoy en manos de los mejores regatistas del mundo”, declararía.

El Comanche a punto estuvo de retirarse. En el transcurso de la fatal primera noche, el barco sufría la rotura de una orza de deriva y un timón en medio de vientos de más de 30 nudos y olas de cuatro metros. “Ahí es cuando dijimos ‘estamos fuera’. Paramos, arriamos las velas y pusimos proa a Sídney”, explicaría Ken Read. “Pero entonces vi que los chicos sacaban las herramientas, y cuando eso ocurre, es buena señal”. Una reparación de emergencia permitió al equipo estadounidense seguir rumbo a Hobart y cruzar la línea de llegada en primera posición. Al timón, Kristy Hinze-Clark: “Ha sido agotador, terrorífico por momentos y muy emocionante, pero ahora estoy entusiasmada. Es una de las mejores cosas que he hecho en mi vida”.

Match-Race en el Derwent

La batalla por la segunda posición en tiempo real resultó fantástica. Tras más de 610 millas recorridas, la entrada en el siempre complicado río Derwent, en la aproximación final a Hobart, reunió al estadounidense Rambler 88 de George David y el australiano Ragamuffin 100 del octogenario Syd Fisher lidiando con una situación de ausencia total de viento. Ambos armadores se encontraban a bordo, Fisher en su 48ª participación. La combinación del talento del navegante Andrew Cape y el táctico Brad Butterworth permitió al más pequeño Rambler 88 llegar al Derwent en cabeza, pero la partida de ajedrez se decantaría a favor de su rival en una decisión a apenas 400 metros de la meta.

El título, en juego

La llegada de los tres más rápidos no despejaba la incógnita sobre qué equipo se coronaría campeón de la Rolex Sydney Hobart en tiempo compensado. Todavía faltaban 74 barcos por llegar a Hobart. El infame Estrecho de Bass, escenario de auténticas historias de terror en ediciones previas, mostró su lado más amable con unas condiciones de brisa ligera que ralentizó el ritmo de la flota. Sólo en la aproximación final a Tasmania, con la mítica formación rocosa de los Organ Pipes como fondo, permitió a varios participantes acelerar hacia destino. 

El miércoles por la tarde, tras poco más de tres días de regata, cruzaba la meta el TP52 del empresario y presentador de televisión australiano Paul Clitheroe para ponerse al frente de la provisional. Sólo el Sparkman & Stephens 34 Quikpoint Azzurro de Shane Kearns, paradójicamente el barco más pequeño de la flota, contaba con opciones matemáticas de arrebatarle el título. Pero el último tramo del recorrido acabaría con las aspiraciones de Kearns, y el Balance era oficialmente declarado ganador final de la Rolex Sydney Hobart 2015. Su tripulación recibía la ansiada Tattersall’s Cup y el Rolex Yacht Master conmemorativo por su hazaña. 

“¿En qué deporte puedes ver a un moderno barco de 52 pies compitiendo contra un viejo 34 pies con idénticas opciones de victoria?”, destacaría Paul Clitheroe. “¡Es genial! Son cosas como estas las que te hacen pensar que éste es un deporte increíble. Estoy orgulloso de formar parte de él, de mi equipo y de la gente de esta comunidad”.

El último barco de la flota cruzaba la línea de llegada a las 09:09h del 1 de enero, poco antes de cumplir las seis jornadas de competición, y a tiempo para asistir a la entrega de premios final.

Una vez más, la Rolex Sydney Hobart reunió en el tablero de juego a los mejores equipos profesionales y a tripulaciones amateur, todos ellos atraídos por los valores que definen a la regata desde su concepción en 1945, y que son los mismos que llevan a Rolex a patrocinar el evento desde 2002: resistencia, valor y determinación.

Los mejores vídeos de la Rolex Sydney Hobart 2015 están disponibles en el canal oficial de Rolex World of Yachting.  Contacte con nosotros si le interesa recibir los archivos originales de estos vídeos para su publicación.   

La Rolex Sydney Hobart 2015 en cifras

- 5,828 – número de barcos participantes en la historia de la Rolex Sydney Hobart


- 2015 marcó la edición número 71 de la regata

- 108 barcos comenzaron la regata, 77 la finalizaron, 31 se retiraron

- 2 días, 8 horas, 58 minutos y 30 segundos – tiempo invertido por el Comache para convertirse en ganador en tiempo real

- 3 días, 3 horas, 50 minutos y 45 segundos – tiempo invertido por el ganador final Balance

- Syd Fischer, armador y patrón del Ragamuffin 100, se convirtió en el participante más veterano de la historia, con 88 años

- Tony Cable, a bordo del Duende, estableció un nuevo récord de 50
 participaciones

- Wild Oats XI conserva el récord de 8 victorias en tiempo real en la Rolex Sydney Hobart

Nota de prensa.

 

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