El Socialismo del siglo XXI se irá con Giordani
La gestión de Jorge Giordani, quien ocupó durante los últimos 15 años importantes sillas del poder Ejecutivo, se caracterizó por mantener una importante cercanía con el fenecido expresidente Hugo Chávez. Desde el inicio lo apoyó en la formulación y ejecución del renombrado Socialismo del siglo XXI. Pero, después la muerte del líder del chavismo, ¿qué pasó con el proyecto? Según señala el economista y director de la firma Econométrica, Ángel García Banchs, el cambio de modelo es inminente, la muerte del llamado Socialismo del siglo XXI es un hecho, y la cabeza de Giordani expuesta en bandeja de plata fue la prueba.
Tras la dura carta de Giordani en respuesta a su remoción el pasado 17 de junio y todo el revuelo causado por sus revelaciones, la pregunta que todo el país se ha hecho es: ¿Qué significa esto?
La muerte de una marca
“Es el fin del socialismo del siglo XXI. No así aún del chavismo, pero sí del socialismo”, responde García Banchs. “Ya que el responsable de ese proyecto era Giordani”.
Según explica el analista, el modelo del Socialismo del siglo XXI, que fue promovido por Chávez a principios del milenio, desde sus inicios no se trató más que de “una marca, como Cocacola y Pepsicola”, pero con un fin “totalitario: de control político, económico y social total”. Una marca que habría además posicionado a Chávez en América Latina, sostiene.
A su parecer, la implementación de una cartilla de racionamiento -“un mecanismo que arrodilla plenamente al ciudadano frente al Estado, y que requería de la escasez”- habría sido el objetivo del modelo y ahí es donde entraba Giordani. “Todas las políticas de Giordani eran para generar escasez, porque la escasez era ‘un medio para un fin’. Él mismo lo dijo sumamente claro un par de veces”, refiere García Banchs.
Las cuatro patas de la silla gubernamental
Otra firma venezolana de consultoría, Ecoanalítica, resaltó en su informe especial de coyuntura, publicado poco después de los anuncios oficiales que dejaron a Giordani definitivamente fuera del poder económico nacional y del Gobierno, dos puntos importantes del legado del exfuncionario: En primer lugar, un Estado como actor clave de la importación y la comercialización; y en segundo, el manejo discrecional de los recursos.
Es ahí cuando se presenta el conflicto: ¿Si el Gobierno buscaba ‘arrodillar’ al ciudadano, por qué deslindarse del modelo que, afirma García Banchs, tenía ese fin?
Cuando días antes de su salida de la cartera de Planificación, Giordani era ya removido de los directorios del Banco Central de Venezuela (BCV) y de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Bank of América emitió un informe opinativo donde la entidad financiera afirmaba que, a su parecer, dicha destitución era “una fuerte señal de la menguante influencia del ala marxista radical en materia de política económica (venezolana)”. "Una fuerte consolidación del control de la política económica de los pragmatistas está ocurriendo, incrementando la posibilidad de que el Gobierno apure los ajustes (necesarios)”, se leyó en el texto.
García Banchs coincide en que el deslindamiento de la parte ideológica provocó la destitución, pero ello no ocurriría de gratis. Según señala, el Estado mantiene “acreedores” exigían el cambio de modelo. Las cuatro patas del Gobierno, léase: “los chinos, los bancos de inversión, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los militares, presionan un cambio, y eso no es más que la expulsión del ala radical de izquierda, es decir, lo que representaba Jorge Giordani, que era el Socialismo del siglo XXI”, dice el director de Econométrica.
Tras la muerte de Chávez, el control de cambio habría empezado a ser costoso para los fiadores, refiere el experto, “que tienen miedo a que no les repague: los chinos, Barclays, Citibank, Bank of America, todos estos bancos que le compran a Venezuela”, afirma. “El Gobierno están tratando de evitar el impago. Están forzando estos cambios. Esto (la expulsión de Giordani) es una exigencia de estos grupos, eso queda claro”.
García señala que la entrada de la figura de Ricardo Menéndez a la cartera de Planificación no tendría relevancia, puesto que la acción sólo buscaba dar señales. “Ya no es un problema de personas, sino de políticas. Y los acreedores y soportes, las cuatro patas del gobierno, están exigiendo cambios de política. Ya no importa a quien tú pongas allí, sino que des señales a los bancos de inversión de que está haciendo los cambios”, enfatiza. “La cabeza de Giordani había que entregarla porque eso es la mayor señal de que y verdaderamente ahorita sí se va a en serio”.
Nuevo modelo y lo que quedó del chavismo
El analista resalta que la salida del Socialismo del siglo XXI no implicaría para nada la salida del chavismo. “La carta de Giordani esclareció al país lo que está pasando. El Socialismo del siglo XXI ya no es marca registrada del chavismo. El chavismo sigue existiendo, pero el Socialismo del siglo XXI se acabó”.
Según afirma, sólo quedaría regresar lo que fueron las bases del partido de Gobierno: el modelo militar. “Al acabarse el modelo del Socialismo del Siglo XXI, el chavismo se queda con su base original: los militares. De rojo se pasa a color verde, y ahora deben ofrecer un producto alternativo al Socialismo”.
Según explica, el cambio deberá traer ajustes en el sistema de producción, “reventar la camisa de fuerza que significa el control de cambio y de precios. Vienen una grandes devaluaciones para poder levantar esos controles y tendrá consecuencias sobre el ciudadano de a pie”.
La remoción de Giordani sería el primer paso pero, a juicio del economista, vendrían varios más en los próximos meses. Para el director de Econométrica este se trataría de un proceso lógico y racional, “clamado por 30 millones de personas que sufren de la escasez que está viviendo el país”.
Según datos de Econométrica, el índice de escasez, que ha escapado del ojo público por meses, se ubicaría hoy en 30 o 31%.
Mariel Torres
mtorres@dinero.com.ve
El Dato
Según datos de Econométrica, el índice de escasez se ubicaría hoy en 30 o 31%.
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