Carlos Ocariz: La política es muy ingrata

No es de Caucagüita, ni nació en el Hospital Pérez de León. Su torso no vistió de camisa beige en la técnica popular Mariano Picón Salas. ¿La primera comunión?, no la recibió en la Iglesia Dulce Nombre de Jesús del casco colonial, ni mucho menos jugó metras en el barrio La Bombilla quien fue electo en 2008 como alcalde del municipio Sucre y ratificado en 2013 en el mismo cargo. “Sifrino, ingenuo, ¿estás loco?, en los barrios no gana la oposición”, fueron algunos de los mitos que tuvo que derribar Carlos Ocariz, cuando observó en Petare -una de las parroquias más violentas y pobres de Caracas- una oportunidad en la administración pública, tras haber sido director de Desarrollo Social en Miranda, de la mano del exgobernador Enrique Mendoza.

Sobrepuesto a los obstáculos, en 2011 rompió de nuevo el cerco de la polarización al ser felicitado por el propio presidente Chávez por regular el horario de venta y expendio de licor en el municipio. Meses después, la cámara municipal le propinó una solicitud de inhabilitación política que no prosperó y que queda pequeña ahora, tras ser galardonado como el cuarto mejor alcalde del mundo y el mejor de América. Atrás dejó al alcalde de Houston, en el séptimo lugar, siendo solo superado por Naheed Nenshi, de Canadá; Daniel Termont, de Bélgica y por Indonesia, Tri Rismahari, nombres todos complicadísimos, que recuerdan que el cuarto lugar pertenece a un venezolano.

-Si usted se para frente a un espejo se dará cuenta que no tiene, quizás, los rasgos fenotípicos de una persona de Petare, que es donde se concentra más de la mitad de su población electoral. ¿Cómo hizo entonces para conectar con el petareño? ¿Apeló a un discurso emocional o su victoria representa un voto castigo al chavismo?

Lo primero es que durante muchos años hemos tenido una presencia permanente, siempre estuve ahí. No era una fiebre, una moda, ni una época, sino que he estado siempre desde que empecé en esto a los 22 o 24 años de edad cuando inicié mi carrera formal. Creo que en general, pero más en la política, estar presente tiene mucho valor. Puedes tener diferencias con alguien, pero cuando le hablas y lo miras a los ojos y hablas eso derrumba muchos muros. Creo que eso fue lo que hicimos nosotros en Sucre, porque primero quedé electo diputado en 2000 por Petare en la Asamblea Nacional, a los 20 años siendo el diputado más joven del Parlamento.

Luego en el 2004 yo fui candidato a alcalde y perdí la elección en un mes de diciembre y a los dos días estaba en los barrios de Sucre entregando juguetes, lo que significa que no me perdí. La gente en Venezuela es poco constante y disciplinada, de los que comienzan algo y no lo termina, lo abandona. Creo que la constancia y estar claro adonde quiere ir sin que nada lo detenga en esa línea recta es la clave en mi carrera política, además de la coherencia para derrumbar esos muros que a veces son imaginarios.

-Pero perdió la alcaldía una primera vez. ¿Puertas adentro de su casa se sintió frustrado?

Esa elección fue muy dura, la de 2004, porque una importante proporción de la población que no decidió votar. Esa elección fue en octubre y en agosto había sido el referendo revocatorio de Chávez, que si bien el CNE dijo que ganó muchos otros pienso que se ganó. ¿Qué ocurrió? Eso desmotivó el voto, sin embargo perdí por un 2 por ciento.

-Lo que significa que fue una victoria política, aunque no numérica

Exacto. Por cierto, mucha gente me decía que dijera que me hicieron fraude y no, para nada, yo no iba a decir eso pues a mí no me hicieron fraude, yo perdí la elección. Hay que ser serio y decir las verdades, así no vayan a mi favor. Lo que te quería contar es que lo primeros dos días era como un héroe, pero el tercer día, ‘ok perdiste’ (risas). El teléfono ya ni suena y toca asumí de qué perdí.

-Dicen que en la política no hay amigos. ¿Cuando usted perdió la primera vez hubo gente de su entorno que lo dejó solo?

Claro sí, es una expresión, pero el equipo que empezó conmigo hace 20 años actualmente se mantiene.

-¿Cómo político, conoce usted de deslealtades?

Sí las he tenido, pero no ha sido nada ni masivo, ni ha sido algo que (…) creo que quizás por ser medio gocho y tengo familia andina, pero yo siempre veo el vaso medio lleno. Si eso me pasa dejo eso atrás, no me quedo pegado. Ahora sí hubo gente que me traicionó en esos momentos, pero yo no me quedo atado a eso. Recuerdo sí a una persona, dirigente vecinal de José Félix Ribas (Petare) que yo la ayude y mucho, y en la cola del centro electoral  de esa elección de 2004 la vi repartiendo chuleta para el candidato del Gobierno y me dolió mucho. Pasaron los años y siendo alcalde solicitó una ayuda en la alcaldía.

-¿La ayudó?

Sí claro.

-¿Hubo alguien que le dijo que “si estaba loco” por ver a Sucre como una opción política?

Muchas veces, porque la gente tenía ese paradigma de que en los barrios no podía ganar la oposición y parte bonita de la vida es derrumbar paradigmas. Siempre he estado relacionado a Sucre toda la vida, porque estudié en el Colegio Champagnat, luego en la Universidad Metropolitana, después cuando entro a la Gobernación de Miranda a trabajar con Enrique Mendoza fui director de Desarrollo Social. Nunca me sentí ajeno al municipio, al contrario es como una marca.

-Siempre ha habido como un velo de misterio sobre su relación con Mendoza. Algunos copeyanos dicen que él es uno de sus mentores políticos. ¿Eso es realmente así? ¿Cómo es su relación con el exgobernador de Miranda?

Con él yo tengo una relación, bueno tengo tiempo sin verlo la verdad (…) la vida ha hecho su juego. Le agradezco mucho porque fueron cuatro años junto a él. Me dio la oportunidad de hacer la política social de la entidad. Luego queríamos nosotros fundar un partido, que es Primero Justicia y luego cada quien hace su vida. No era que menos distinto, porque seguíamos del mismo lado desde el punto de vista ideológico, no era una relación chavismo-oposición.

Cuando empezamos a fundar el partido nos decía ‘no es el momento’ y nosotros nos empeñamos en el cuándo es el momento, quién dice cuando es nuestro momento. Pero en el transcurso de toda esta carrera ha habido encuentros y desencuentros con Mendoza, fuimos adversarios en las primarias a la Gobernación de Miranda, pero desde mí no hay otro sentimiento que el del cariño, aprecio, respeto y admiración. No puede haber otros sino esos.

-Se independiza, funda Primero Justicia, pierde la Alcaldía de Sucre, gana y luego es reelecto. Ahora en su segundo período se conoce la buena noticia de que un alcalde venezolano es el cuarto mejor del mundo por sus políticas de seguridad, y ese es precisamente usted. ¿Cómo hacerle entender a sus vecinos y los caraqueños la veracidad de este galardón si Petare sigue siendo una referencia de la violencia de Caracas?

Los resultados se miden en números y no en percepciones. Creo que en las políticas los resultados deben ser más fuertes que las palabras, y los venezolanos precisamente creen más en las palabras y no tanto en los hechos, cosa que considero que debe cambiar. Nosotros hemos intentado hacer las cosas distintas, pues en materia de seguridad Venezuela tenemos una economía muy mal y un contexto muy violento. Según cifras oficiales nosotros hemos bajado en 40% los homicidios, mientras que en el país ha subido. Eso es un resultado concreto, no es una hipótesis, ni una tesis, ni un proyecto.

Pese a esos obstáculos, logramos esos resultados que no sólo van de la mano con el tema policial, sino también con la parte preventiva. Acá tenemos una infraestructura deportiva que promueve espacios de paz en espacios por naturaleza violentos. Tenemos polideportivos como el de Mesuca que no lo tiene el resto de la ciudad de Caracas.

-¿Qué tiene ese en particular ese?

Piscina. Primero, no teníamos piscinas públicas en el municipio y ahora los niños pueden disfrutarla, además de canchas de beisbol, basket, beisbol. Tenemos también el gimnasio vertical más grande de Venezuela, en El Dorado. Ponemos a la gente a soñar con obras importantes y la gestión de presupuesto participativo donde los vecinos proponen y ejecutan las obras. Ganamos también este premio en un país donde el Gobierno nacional no cree en la propiedad privada. Nosotros como creemos en la propiedad privada, damos propiedad.

-¿Cuántos títulos han entregado?

Nuestra meta es que en estos cuatro años de Gobierno prevemos más de 100.000

-¿Y hasta ahora cuántos han expedido?

-Cerca de 4000. Mientras otros regalan comida, nosotros promovemos la propiedad. Esos indicadores también sirvieron a efectos del premio.

-¿Qué otros elementos consideró el jurado?

Seguridad, participación, propiedad privada y programas sociales. Nos hablaron sobre el plan de becas Supérate y Progresa, además de una batería de planes sociales que se contrasta de lo que hacía la gestión pasada, que ofrecía cachivaches, televisores, colchones, neveras y no oportunidades. Actualmente tenemos 1.300 muchachos becados de los barrios de Petare en universidades del municipio (Metropolitana, Monteávila y Santa María). Lo más bonito es cómo los comerciantes formales se han involucrado para articular esfuerzos con la municipalidad y pagar la beca de esos muchachos.

-¿Cómo fue el proceso de selección?

Eran 700 alcaldes del mundo, luego pasaron por filtros de 500, 125, 100, 50, 25, luego vino la etapa de la entrevistas y bueno, nos enteramos de la buena noticia.

-¿Qué estaba haciendo usted cuando se enteró?

La directora de despacho se me acercó y me dijo, “quedamos de cuarto”. Al principio no sabíamos si era bueno o malo, luego empezamos a indagar y supimos lo que eso significaba.

-¿Celebraron?

Si supieras que no, tú sabes que (…)

-¿Pero quién no va a celebrar algo así?

A mí me pasa algo que no sé si es bueno o malo (…) creo que es malo, que es que los triunfos no los celebro. Me pasó igual cuando gané las elecciones.

-Claro, pero no es lo mismo celebrar a ser triunfalistas. ¿Qué de malo tiene celebrar?

Sí honestamente, creo que es un defecto. Es como cuando metes un gol y no lo celebras, ¿no?

-Sí, es terrible

Lo que pasa es que (…) disfruto más del proceso del trabajo para alcanzar una meta que llegar a ella.

-Si de logros se trata, ¿Cómo puede justificar el mejor alcalde de América y el cuarto mejor del mundo tener un municipio tan sucio?

Tampoco está tan sucio. Por un lado, hay limitaciones institucionales de todo tipo. Nosotros no tenemos un patio de transferencia. En ninguna ciudad del mundo pasa lo que en Caracas, donde se debe ir a 80 kilómetros de distancia para ir a botar cada cargamento de basura. Aparte de eso no hay apoyo para importar maquinaria, mucho menos hay fácil acceso a los repuestos. Durante en un primer período la cámara municipal no permitió que nosotros saliéramos de la empresa que tuvo la concesión por 20 años.

-Precisamente, la anterior cámara municipal adversa a su gestión, con 12 concejales del PSUV versus 1 de Primero Justicia, derogó el acuerdo de actualización de tarifas, rezagado desde hace 8 años, lo que provocó un daño sin precedentes no sólo a su gestión, sino a los vecinos de Sucre. ¿Su despacho adelanta alguna acción contra los funcionarios que sabotearon la prestación de un servicio público?

En este momentos estamos más focalizados en trabajar por el día a día y cómo mejorar el servicio que mirar por el retrovisor para ver cómo buscamos culpables al desastre que nos hicieron en el municipio Sucre.

-Aún estaba fresca la noticia del su distinción como cuarto mejor alcalde del mundo cuando ardieron en llamas las 8 compactadoras del servicio de aseo, curiosamente, su flanco más débil como alcalde. ¿Qué lectura le da usted a esto?

Esa es la gran pregunta que también nos hacemos, por eso acudimos a la Fiscalía y al CICPC, porque hay gente que habla de terrorismo de manera permanente pero guardan silencio ante lo que pasó acá, que sí es terrorismo. Esa era una maquinaria de los vecinos del municipio y que fue salvajemente quemada. Hay muchas interrogantes y muchos silencios, pero no por eso vamos a dejar a la gente sola y dejar de garantizar el buen servicio.

-Sucre no solo es rico en barrios -1.780 para ser exactos- sino también en medios de comunicación.

-Sí, de hecho tenemos a los canales del Estado VTV y Telesur.

-Pero también está El Nacional, que redujo su edición diaria de 4 a 2 cuerpos y TalCual, que de diario pasa a ser semanario. ¿Qué opinión le merece estos casos?

-Eso es parte del drama de la Venezuela actual, con un desastre económico con venezolanos que hacen colas para comprar alimentos de primera necesidad, y los medios independientes no escapan de eso. El Gobierno pretende ocultar esconder lo que nos ocurre comprando medios o persiguiéndolos, como en el caso de El Nacional y de TalCual. Es decir, hay una errada política por parte del Estado de que todo lo que sea distinto a lo que ellos quieren, es perseguido. Cuando (Hugo) Chávez era presidente tenía todos los medios en contra y tenía su mejor nivel de popularidad, fue una de sus mejores épocas. Hoy en día el Gobierno tiene casi todos los medios a favor y su credibilidad está muy mal. De cada 10 venezolanos, 8 están en contra de (del presidente) Nicolás Maduro con todos los medios a favor. Algo entonces están pasando.

-Si se fija bien, ahora El Nacional cubre menos la fuente Ciudad y TalCual prácticamente la suprimió

-Sí, por falta de espacio salen muy pocas noticias sobre Sucre. Tenemos también a Últimas Noticias que ahora es como Vea, por ser un diario absolutamente desbalanceado. Antes de que estos periódicos cambiaron de dueños había una visión popular desde los problemas de la gente, con críticas hacia nuestra gestión pero también con las obras que acá se han hecho, las noticias buenas que también debe contarse. La nueva Últimas Noticias refleja solo los aspectos negativos del municipio.

La vida

Con voz cabizbaja reflexionó en la entrevista que de no existir un balance entre lo profesional y lo personal, la soledad puede ser la eterna compañera de un político. Parte de su rutina diaria, revelan fuentes cercanas al alcalde, “pasa por llevar todos los días a sus hijos al colegio. Al punto, incluso, de cancelar o correr de horario entrevistas en radio o televisión, para no perderse de ese momento importante para él. Siempre vela por sus hijos y los protege mucho de la exposición, de las noticias que sobre él puede salir en televisión. Realmente, es un gran padre y son ellos su prioridad”.

-Ciertamente, la política da mucho pero también quita. ¿Qué le ha quitado a usted?

-La política es muy solitaria. A pesar de que siempre está rodeado de gente muchas veces puedes estar muy solo y eso es la más ingrato e injusto: estar rodeado de tantas personas para terminar solo en tu cuarto.

-¿Le ha restado momentos importantes con sus hijos?

-He intentado que no y de poner a mis hijos por delante de todo incluyendo la político. Ellos han crecido entendiendo que su papá es político y alcalde.

-¿Lo entienden?

-Depende del momento, ellos tienen 11 y 8 años, pero obviamente no les gusta que de pronto deje de estar con ellos por hacer mi trabajo, pero esto es mi felicidad.

-¿Sería capaz de hacer un paréntesis en su vida política por ellos?

-No creo, porque para que mis hijos estén mejor, ellos necesitan un mejor país, y esto lo hago por ellos, porque para que mis hijos estén mejor necesitan un mejor país. Yo no estoy haciendo este esfuerzo en lo personal para que se vayan del país. Quiero que se queden y sean felices en su país.

-Pero no todo es tan ingrato. Desde hace mucho tiempo se habla de su relación con la actriz Mariángel Ruiz. Por ser dos figuras públicas, quizás sus seguidores, miren con agrado su unión.

-Ella es una extraordinaria persona que me apoya mucho. Construimos una relación muy bonita, pero cuando estamos juntos somos una pareja normal y corriente que busca ser feliz.

-Usted es alcalde. Ella ex Miss Venezuela, actriz y presentadora. ¿La exposición hace mella?

-Quizás por ser figuras públicas nos entendemos, pero para nosotros eso es secundario. La exposición pega más con mis hijos a los que no les gusta tanto la vida pública. Ahora con Mariángel, ella y yo intentamos ser una pareja normal.

-Otro de los puntos que ha llama la atención de su relación con Mariángel Ruiz fue la esposa de quien fue su adversario en las elecciones por la alcaldía, el ahora ministro de Deportes Antonio “Potro” Álvarez. ¿Qué se siente ganarle dos veces a la misma persona en lo político y lo amoroso?

(Risas). No, eso no es así, mi relación con ella vino muchos años después de su divorcio. Pero sí, mi vida a veces es para escribir una novela. Uno puede ver una novela y decir eso es difícil que pase, pero sí, sí pasa.

-Ahí se ponen en juego tres el roles: como político, como hombre y ser humano. ¿O no?

En el plano personal para mí no ha sido un tema tan importante, más bien ella y yo intentamos vivir en el presente y construir en un futuro.

-Ya que habla de futuro, si Henrique Capriles es congruente con su discurso en dos años el debería separarse de su cargo para no tener un tercer período como gobernador. ¿Con base a eso, tiene usted aspiraciones por optar otra vez a la Gobernación de Miranda?

- Mi prioridad es que se gane las elecciones parlamentarias para que con esa institución reconstruir otras. Y te lo digo de manera sincera, yo estoy focalizado en hacer una buena gestión como alcalde y trabajar para que se gane la Asamblea Nacional porque el actual modelo de Gobierno no funciona, es un fracaso y un desastre. El cambio tiene que ser institucional y debemos trabajar para tener una mayoría consolidada y abrumadora.

Escrito por Daniel Palacios

La entrevista está disponible en la edición 296 de la revista DINERO. Búsquela en todos los kioskos del país.