El contrabando no es la causa de la escasez en Venezuela

Todos los venezolanos, sin excusa ni excepción, tendrán que pasar por un captahuellas para comprar alimentos en cualquier supermercado público o privado, con el objetivo de restringir a las personas la frecuencia de compra de productos en los supermercados y abastos del país.  No es Cuba, es Venezuela.

La medida será implementada a finales de este año a través de un sistema biométrico que impide que la misma persona compre el mismo producto dos veces durante la misma semana. Nada muy diferente a lo que actualmente ocurre en la cadena Bicentenario a nivel nacional, donde cada consumidor que ingresa es registrado de forma manual y recibe la advertencia que deberá esperar cuatro días para volver a comprar en este supermercado.

“La orden ya está dada”, informó el presidente Nicolás Maduro. La duda que aún queda es saber si esta medida solo se aplicará a los alimentos o si abarcará al resto de los rubros como productos de aseo personal, limpieza o medicamentos.

Maduro igualó este sistema con el que utiliza el Consejo Nacional Electoral. “Lo comparo con el sistema electoral, porque es el mejor del mundo. El sistema de distribución, comercialización a través del sistema biométrico será un sistema perfecto. Estoy seguro”, añadió.

Esta medida bajo ningún concepto correspondería a una versión moderna de la libreta de racionamiento que se utiliza en Cuba, según el jefe de Estado y el Superintendente de Precios Justo, Andrés Eloy Méndez. Todo lo contrario: “Para el bachaqueo vamos a tener un sistema biométrico, para proteger el abastecimiento de la familia venezolana”, aseguró Méndez en una entrevista transmitida por Venezolana de Televisión.

Este es el argumento. Evitar el contrabando de extracción. Un delito que según Maduro genera que el 30% de los productos que circulan en territorio venezolano sean extraídos de manera ilícita hacia Colombia.

Pero, las cifras pueden ser aún más dramáticas. El gobernador del estado Táchira, Vielma Mora, informó que actualmente Venezuela alimenta cerca de 30 millones de personas, y con el contrabando a 10 millones de extranjeros que viven fuera del territorio nacional.

Esta realidad no ha sido desconocida por los que se oponen a las captahuellas; sin embargo resaltan que el contrabando no es la causa principal de la escasez en Venezuela. El economista Luis Oliveros explica que el problema real se debe “al control de cambio (vigente desde el 2003), destrucción del aparato productivo nacional y la restricción de divisas que hizo que los privados dejaran de importar alimentos”.

A esto se le suma, según Oliveros, que los anuncios del gobierno no tienen credibilidad y la gente decide comprar en exceso para abastecerse porque no sabe cuándo dejará de encontrar los productos en los anaqueles. Lo que se le conoce como compras nerviosas.

Para el economista, las captahuellas incrementarán la corrupción y el mercado negro de alimentos. “Empezaremos a ver a las personas haciendo mercado en grupos para poder cubrir las cuotas por cada rubro”, advierte.

“La captahuella es una tarjeta de racionamiento tecnológica”, agrega. Para Oliveros el gobierno debe levantar el control de cambio, acabar con los incentivos que generan corrupción y debe sincerar los precios de los productos controlados que hacen inviable su producción. De llegarse a ejecutar todas estas medidas, “para el año 2015 podríamos ver avances significativos en materia económica”, explica.

Al Zulia ya llegaron

La nueva metodología que se usará en el país ya está siendo implementada en el estado Zulia desde el pasado mes de julio. En su momento el secretario de Administración y Finanzas de la Gobernación del Zulia, Salvador González, anunció “la persona al presentar su cédula, colocará también su huella dactilar y el sistema verificará si puede o no comprar el producto. Esto es para garantizar que todos tengan acceso a ellos y estaríamos reduciendo el número de compras que pudieran hacer los bachaqueros”. Así funciona la captahuella.

Roberto León Parilli, presidente de Anauco, rechaza esta medida. “No creo que sea la más adecuada, aquí lo que tenemos es un problema de abastecimiento intermitente", manifestó.

Además, recordó que en el Zulia ya fue implementado este mecanismo y “generó un rechazo popular bastante importante”. 

Marisela Castillo Apitz / mcastillo@dinero.com.ve