Venezuela no produce plásticos cancerígenos

Desde hace algunos años el Bisfenol A (BPA), químico que se utiliza para la fabricación de plásticos, empezó a preocupar a industrias de envases de la Unión Europea y a varias de Latinoamérica. Sin embargo, la alarma del BPA, y su ya conocida amenaza cancerígena, no ha alcanzado a Venezuela. Industriales afirman que por decisión propia no lo importan al país, aunque el Ministerio de Salud no se ha pronunciado.

El Bisfenol A o BPA es un monómero utilizado para la producción de plástico de policarbonato (utilizado para la fabricación de teteros, vajillas, utensilios de horno y microondas, envases de alimentos, botellas de agua, etc.) y de resinas epoxi (que se usan como revestimiento de protección de diversas latas de alimentos y bebidas, entre otros). Ambos componentes están presentes en la fabricación de distintos materiales que suelen estar en contacto con alimentos.

Así pues, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que el consumo diario del BPA en una persona se encontraría muy por debajo del nivel Ingesta Diaria Tolerable (IDT), países como Costa Rica, Brasil, Argentina, entre otros de la región y varios europeos, han prohibido en sus territorios la fabricación, importación y comercialización de plásticos que contengan el químico. Varios de las prohibiciones fueron orientadas principalmente a la protección de los lactantes.

Por su parte, la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado el pasado enero, donde dio cuenta de de su preocupación sobre los riesgos que puede tener sobre las personas el consumo de alimentos que hayan estado en contacto con BPA.

“EFSA revisó más de 450 estudios relacionados con el potencial peligro para la salud asociado con BPA e identificó efectos adversos probables sobre el hígado, riñón y efectos sobre las glándulas mamarias expuestas a este químico. Por ello la Autoridad recomienda que el actual nivel de Ingesta Diaria Tolerable sea reducida”.

En el texto, la organización afirmó que la exposición a BPA “puede afectar adversamente el riñón y el hígado, así como causar efectos en la glándula mamaria”. Además consideró posible que los efectos del químico también afecten los sistemas reproductivo, nervioso, inmunológico, metabólico y cardiovascular, así como el desarrollo del cáncer, aunque éstos últimos no estarían comprobados.

Sustitución inminente

En el caso venezolano, los empresarios sostienen que el químico no se utiliza en el país. Pero no sería por prohibición gubernamental –como sí pasó en los países antes mencionados-, sino por precaución del empresariado venezolano.

“En ninguno de los procesos de fabricación aquí en la idustria petroquímica se utiliza (el Bisfenol A)”, dijo el presidente de la Asociación Venezolana de Industrias Plásticas (Avipla), Hugo Dell'Oglio. Sin embargo, aclaró que de utilizarse podría tal vez ser en pinturas fabricadas con resinas epóxicas, pero no representarían un peligro para las personas. “Cuando (las empresas) compran algún tipo de alimento solicitan que no venga con ese adhesivo”, refirió.

En este orden, Juan Pablo Olalquiaga, presidente la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim), concordó con que en el país el BPA sólo sirve como ingrediente para las mencionadas resinas, que son las utilizadas para revestimientos de la construcción, o para pinturas. “No se fabrican en Venezuela hoy día”, afirmó. Pero cuando llegan al país, el químico vía improtaciones, el Bisfenol contenido en ella se encontraría ya reaccionado. Es decir, llegaría ya transformado en otro químico que  no representaría peligro para las personas.

Destacó además que “actualmente, los biberones se hacen a partir de silicona. Que es muy aséptica”.

Pero la pregunta es: ¿Existe en Venezuela algún mandato oficial que prohíba –como en países vecinos- la utilización de este químico en los envases, ya sea por producción o importación? Fuentes del ministerio venezolano para Salud afirman que no. “(El ministerio) no se ha pronunciado porque el elemento no se usa en el país”, dijo a Dinero un funcionario del ente.

Dell’Oglio, de Avipla, aclaró por su parte que, aunque no exista normativa que lo prohíba, el empresariado venezolano se “cura en salud” y prefiere no producir ni importar productos que contengan Bisfenol A. “(Los empresarios) solicitan que no venga con eso, porque hay productos que tienen las mismas propiedades químicas, físicas y mecánicas y no tienen el mismo tipo de rechazo. Por curarse en salud”.

Otro que dio cuenta de la ausencia del Bisfenol A en el mercado venezolano es el presidente de Cámara Venezolana del Envase (Cavenvase), José Manuel González. El lìder gremial afirmó que ninguno de los afiliados a Cavenvase reporta utilizar el BPA como materia prima. "De lo que yo conozco en el medio, en el tiempo que tengo en la Cámara, no he escuchado ningún comentario al respecto (al Bisfenol A)”. 

Modus operandi del Bisfenol A

El proceso de consumo del BPA por parte de las personas empieza cuando se calientan los envases de plástico –tales como biberones o envases de comida- que han sido elaborados con el policarbonato de plástico. Entonces el químico sale del plástico y entra en contacto con la comida, por ejemplo. Las recomendaciones generales son evitar calentar los envases plásticos y, en el caso específico de los biberones, desecharlos cuando ya presenten desgaste o rasgaduras.

El químico, analista en físico-química, Marcelo Sánchez, resaltó que, en realidad, aunque no haya una prohibición sobre el BPA, sí existe una sobre el uso del Bisfenil en los ambientes laborales, entre otros. La norma Covenin sería la 2253 del 2001.

“La diferencia entre ambos es que el Bisfenol es un compuesto orgánico con enlaces saturados y el Bisfenil está dispuesto a enlazarse con otras moléculas. Pero la base es la misma. Todo viene saliendo del benceno. La diferencia es la saturación de los enlaces”, refirió.

“Sí existen estudios que afirman el efecto negativo de este hidrocarburo, pero es imprescindible su aplicación en la industria del plástico. Es recomendable evitar el contacto directo con sustancias de consumo diario”, explicó.

Con respecto a los niveles de Ingesta Diaria Tolerable, en el caso de Europa, la Autoridad para la Seguridad Alimentaria sugirió reducir el IDT de 0,05 mg por kilogramo de peso corporal al día a 0.005 mg por kilogramo, al día.

Mariel Torres

mtorres@dinero.com.ve