Crisis automotriz pone en riesgo más de 1.500 empleos

La parálisis de la industria automotriz pone en riesgo miles de puestos de trabajo. Ya no se trata de una amenaza o una posibilidad. Las ensambladoras que operan en Venezuela se reúnen con más frecuencia con el Ministerio del Trabajo para analizar los despidos de cientos de trabajadores.

La Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra) de Venezuela señaló recientemente que existe una "crisis sin precedentes" en el sector automotriz venezolano tras una caída del 83% en la venta de carros debido a los problemas para acceder a las divisas. Recientemente el Gobierno las convocó a la subasta del Sicad I, pero,  para voceros del sector es insuficiente para cubrir sus necesidades.

"Las ensambladoras en el primer trimestre del año no han vendido más de 6.200 vehículos con respecto al mismo período del año pasado (...) Ya no es solamente el sector autopartes el que está en crisis, sino todo el sector automotor", algo que "en los últimos 50 años no se veía", aseguró José Cinnirella, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra) de Venezuela. 

En el caso de General Motors el lunes comenzaron las reuniones para discutir sobre el futuro de 500 trabajadores de esta empresa, en la ciudad de Valencia, según informó Christian Pereira, presidente de la Federación de Trabajadores Automotrices, Autopartes y Conexos (Futaac).

Ford y Encava también estarían pensando en despedir a 400 empleados cada una. Pereira destaca que aunque estas dos ensambladoras no han hecho formal su solicitud ante el Ministerio del Trabajo, “ya los patrones le informaron de esta decisión a sus respectivos sindicatos”, agregó Pereira.

Gilberto Troya, miembro del sindicato de trabajadores de la Ford, confirmó esta información, aunque aseguró que “aún no se discuten esos pliegos con la junta directiva de la empresa”. Por lo que todavía no es formal la petición.  Además, informó que “en el mes de julio Ford solo producirá 75 unidades a nivel de carrocería, pero en agosto pasaremos a 1500 por la aprobación de los dólares a través del Sicad 1”.

Chrysler también está avanzando en el despido de 119 trabajadores. Hasta el momento ya se han reunido en dos ocasiones con la Inspectoría del Trabajo para concretar esta acción. Además, la empresa Macusa, que confecciona los asientos de MMC Automotriz, introdujo la solicitud para despedir a 76 personas, que representa el 50 por ciento de su fuerza laboral. De concretarse todas estas acciones serían 1495 trabajadores que quedarían en la calle.  

Aunque el presidente de la Futaac reconoce que la industria automotriz ha sufrido una caída importante en su producción asegura que “esta crisis no debe afectar a los trabajadores porque es un problema que se debe resolver entre el gobierno y las empresas”.

Para Pereira todo apunta “a que las empresas quieren que los trabajadores pague la crisis" y por eso condena los despidos, la persuasión de renuncias voluntarias a través de “cajitas feliz” y adelanto de vacaciones. Además cuestionó que en las mesas de paz económica, “los grandes ausentes hemos sido los trabajadores”.

Sin embargo, en una carta que envió la Futaac al presidente Nicolás Maduro se reconoce que “la mayoría de las ensambladoras del país están produciendo a un 20% de su capacidad total (y no todas están produciendo). En el estado Carabobo, por ejemplo, Ford ensambla 10 vehículos diarios; General Motors 15 automóviles diarios, y el caso más patético es el de Chrysler, la cual no ha producido ni un vehículo desde finales del mes de febrero”.

La carta también revela la confusión que tienen los trabajadores por esta situación. “Muchos trabajadores no entendemos si toda esta situación obedece a una ´guerra económica´orquestada por las transnacionales desde el exterior, o tal vez sea producto de una estrategia gubernamental para estrangular a las empresas automotrices de capital privado, pues en estos momentos se nos dificulta tener claridad ante tanta incertidumbre y desinformación. El hecho fundamental, es que la productividad está por el piso y muchos trabajadores no estamos laborando con regularidad y a su vez somos objeto de amenazas y despidos”, se lee.

Producción sufrió un bajón

Toda la situación descrita por la Futaac sobre la caída de la disminución de la producción también lo corroboran las cifras de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez). En su último reporte informó que en el primer semestre del año se ensamblaron 6.161 carros, lo que representa una disminución del 83,31 por ciento, en comparación con el mismo periodo del año 2013, cuando se ensamblaron 36.919 unidades.

Además, el mes de junio fue particularmente difícil para las ensambladoras. Cavenez informa en junio de 2014 se produjeron 928 carros, mientras que en junio del año pasado fueron 5.766.  Una caída del 83,91 por ciento.

Específicamente en el caso de Toyota solo ensambló 100 carros durante junio, después de estar tres meses seguidos sin producción alguna. Mientras que Iveco, Chrysler y Mack de Venezuela paralizaron por completo su producción desde hace dos meses aproximadamente.

Mack de Venezuela solo ha producido 82 carros en lo que va de año, mientras que Iveco, 39; y Chrysler, 270 carros.

Próximas acciones

La Federación de Trabajadores Automotrices, Autopartes y Conexos promete seguir defiendo los intereses de los trabajadores “en el escenario que sea”, asegura Pereira. Por eso se encuentra movilizando a sus agremiados a nivel nacional para marchar este miércoles 16 de julio en el centro de Caracas; sin embargo Pereira informó que “hasta ahora no nos han dado el permiso para hacer la protesta”.

La marcha, en principio, está convocada para salir desde la Plaza Morelos, ubicada cerca del teatro Teresa Carreño, y caminar hasta la vicepresidencia de la República, en  la avenida Urdaneta. Por lo que le tocará a Jorge Rodríguez, alcalde de Libertador, decidir si otorgarle el permiso o no a estos trabajadores.  

Pereira calificó como “aberrante” que las empresas se hayan trazado la línea de introducir pliegos patronales de reducción de personal, así como la modificación de los contratos colectivos. “Nuestra lucha es porque se nos respete nuestro trabajo, salario, beneficios y contratos colectivos”, agregó Pereira.

Marisela Castillo Apitz

mcastillo@dinero.com.ve