El modelo petrolero está agotado

Dejar atrás el rentismo petrolero, industrializar al país y capacitar al personal obrero y técnico de Venezuela para conseguir el desarrollo productivo de la nación son las principales preocupaciones de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).

Oscar Augusto Machado, primer vicepresidente de Conindustria, califica a estas tres consideraciones como “relojes de arena” que el gobierno debe atender a la brevedad. “De lo contrario, no tendremos cómo accionar a futuro”, advirtió durante su intervención en el congreso anual de los industriales.

A su juicio, el modelo económico que se plantea en Venezuela no es viable. Machado agregó que en un lapso no mayor a 10 años la producción, comercialización y consumo energético a nivel mundial cambiará y por lo tanto el país tiene el reto de decidir cuál debe ser su futuro económico. “Ese es nuestro primer reloj de arena. Corre con urgencia el tiempo necesario para dibujar y poner en funcionamiento nuestra industrialización. Se acaba, o pronto se va a acabar, el tiempo de seguir pensando en la economía sustentada en las exportaciones petroleras”, aseguró.

Con respecto al “alarmante” retraso en la acumulación de conocimientos e innovación en Venezuela, explicó que representa “una amenaza ante la posibilidad de un proceso de industrialización del país” y se evidencia en la inexistencia de redes que permitan avances científicos y tecnológicos en este sector.

Para Machado, el tercer reloj de arena que el gobierno debe atender está relacionado con la disponibilidad del capital humano para enfrentar el reto de la industrialización del país. “Por una parte, está el proceso de envejecimiento de la población y por el otro, está la formación del personal para las industrias en un ambiente de rápidos cambios tecnológicos. Esto requiere de un conjunto de profesionales versátiles y bien preparados que faciliten la creación de redes y la retroalimentación entre personas y organizaciones, dentro y fuera del país”, explicó.

Necesidad de tomar acciones

En vista que estas tres consideraciones siguen sin curso, explicó Machado, Conindustria resalta que “urge que los empresarios y el país asuman su cuota de responsabilidad respecto de la necesidad de la industrialización”. Y eso será posible en la medida que se logre plantear un marco de convivencia sustentado sobre un claro conjunto de libertades. “Solo desde la conciencia de un hombre libre y no rentista y dependiente, podremos construir una cultura de trabajo, esfuerzo y consideración hacia los otros, dando lugar a resultados definitivos en cuanto a bienestar, inserción productiva y superación de la pobreza”.

Marisela Castillo Apitz

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