En el laberinto de la estanflación

Venezuela está entrando en un proceso de estanflación, una mezcla de recesión y de inflación, y no está claro cómo podrá salir el país de ese laberinto. Las proyecciones indican que la economía podría registrar una caída del 1,8 por ciento y una inflación que rozará el 70 por ciento para finales del 2014. El panorama no pinta muy claro y no se va nada fácil.

Cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) muestran que el Producto Interno Bruto cayó 1,3 por ciento en el 2013, con una inflación que ese año trepó a 56,2 por ciento. La semiparalización de la producción podría profundizar la crisis.

En los reportes del emisor se atribuye el descenso de la economía a lo político, es decir a lo que se conoce como “la guerra económica” o “la guarimba (barricada) económica”. Los empresarios apuntan al desbarajuste en política económica.

“Estas  prácticas  irracionales ocasionaron a su vez serias consecuencias en términos de comportamiento de las variables asociadas a la producción y a los precios de los bienes”, explicó el BCV.

Según el ABC Económico (glosario) del Banco Central, se entiende por estanflación cuando en la economía coinciden una elevada tasa de inflación y una fuerte caída del ritmo de crecimiento económico.

“Estamos claramente ante un proceso de estanflación en el que no queda claro cómo estaría saliendo el país”, dijo a Dinero el economista senior de la firma Barclays, Alejandro Arreaza en entrevista desde Nueva York. “Estamos proyectando que este año el PIB (Producto Interno Bruto) pudiera caer 1,8 por ciento, que pudiéramos tener una inflación rondando el 70 por ciento”.

En un reporte sobre al panorama económico de Venezuela, Polinomics sostuvo que el endeudamiento de PDVSA con el BCV tiene serias implicaciones inflacionarias. La firma aumentó su estimación de inflación a 75 por ciento desde el 65 por ciento inicial y un índice de escasez de 45 por ciento.

También el Consejo Nacional de Economía tiene sus cifras. Según su presidente, Efraín Velásquez, el país entrará en recesión con un PIB que se ubicará entre -1 y 0. Los resultados económicos que estamos viendo hoy son consecuencia del diseño de la política económica del Gobierno, pese a que el Gobierno asegura que su “modelo es exitoso”.

“Yo avizoro que habrá estanflación porque en cualquier economía que instrumente este tipo de políticas lo que hace es que la inflación aumente, pero no exista crecimiento económico”, explicó Velásquez.

El Banco Central en su último reporte de inflación señaló que las protestas afectaron el desempeño del sector  productivo, el comercio, la distribución, y la vida económica, en general.

Para gremios empresariales, el control de cambio vigente desde hace más de una década ha generado distorsiones y el desvío de divisas. Analistas afirman que la enorme brecha entre las tasas de cambio (Cencoex, Sicad I, Sicad II y mercado negro) genera perversos incentivos a la corrupción y especulación.

¿Y cómo contrarrestarlo?

La devaluación de febrero a 6,30 bolívares por dólar desde los 4,30 fue correcta, según Arreaza ante la sobrevaluación de la moneda local, que venía generando distorsiones e inflación. Pero fue muy doloroso para la población, pues implicó una caída del poder adquisitivo y probablemente lleve al país a una recesión este año.

Pero eso no es todo. Hay una situación fiscal desordenada, debido al financiamiento constante del Banco Central al Gobierno con dinero sin respaldo. Es decir, con billetes que no salieron de la propia economía.

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