Las intervenciones, la inflación en dólares y la política

Definitivamente, la política del Banco Central de Venezuela de intervenir en las mesas cambiarias del sistema financiero está dando sus frutos, en lo que se refiere a controlar el precio del dólar.

Al momento de escribir este artículo, el BCV había inyectado alrededor de 180 millones de dólares solamente este mes que está por finalizar.

Lo hizo a un promedio de 55 y 56 millones de dólares por semana, con lo cual el precio del dólar se ha mantenido por debajo de los 5 bolívares.

La medida, que no debe de ser permanente, como dijimos ha logrado “contener” el tipo de cambio, sobre todo porque los bancos deben vender esos dólares al precio del día en que reciben las divisas.

En el papel eso “está bien”, porque no ha aumentado la divisa. Pero ¿cuál ha sido la consecuencia de esto?

Los avisos en los negocios de Caracas, en cualquier zona (pobre, clase media o alta) y también en el interior del país, lo evidencian: el aumento de los precios, pero en dólares.

Así, lo que costaba a principios de diciembre, 5 dólares, ahora cuesta 6 y 7 dólares.

Y estamos hablando de rubros que van desde un kilo de queso, hasta uno de pernil.

Esto se traduce en, cómo no hay producción nacional ni generación estable de empleo, que pocos venezolanos pueden pagar estos precios, aunque reconocemos que el venezolano o las familias están teniendo cada vez más ingresos extras en divisas y devengan más de un ingreso.

Las razones del presidente Nicolás Maduro para permitir esto, sin estimular la producción nacional en gran escala, no las sabemos a ciencia cierta, porque no se posee información  de una política de fondo industrial o de generación de empleo.

Pero, lo que nos dicen nuestras fuentes es que se trata de una política orientada a mantener la dolarización y contener la inflación que traíamos.

Lo que ha pasado es que la apreciación de la divisa se está conteniendo y cuando el BCV deje de intervenir, en enero o en febrero, el salto del precio del dólar será muy fuerte.

Los expertos y en esos coincidimos, es que la divisa debía de flotar a su precio real, o sólo contenerse para dar paso a una sólida política Económica completa.

Sabemos que el presidente cuenta con recursos que le van a permitir estas intervenciones que favorecen sus políticas económicas, mientras resuelve problemas políticos.

Estamos hablando de que al mandatario le ha venido resultando algunas políticas economías, pero no tanto en la política, sobre todo tras las elecciones.

Aunque el país está en paz y al parecer las fiestas de diciembre han sido unas de las más tranquilas de los últimos años, aún hay temas por resolver.

El presidente Maduro sabe que se juega en eso pragmáticamente su liderazgo futuro interno.

Esperemos que el tema económico se pueda resolver, con el desastre ocurrido y lo aprendido, mientras se equilibran las cargas en lo político.

En ello está el camino del 2022.