Frontera con Colombia nunca se cerró para el contrabando

A pesar que en el Táchira se decretó Estado de Excepción y hubo cierre de frontera, el paso al contrabando nunca se terminó, la medida solo funcionó para el mercado formal.

“Aniquilaron el comercio formal pero el contrabando siempre se mantuvo abierto porque funcionarios se prestaban para ello”, aseveró Daniel Aguilar, presidente de Fedecámaras Táchira.

El comercio entre Venezuela y Colombia era uno de los pulmones para el país, tan solo el intercambio comercial llegó a ser de 7,5 mil millones de dólares.

Al restablecer este sábado 14 de agosto de 2016 el paso peatonal Táchira y Cucuta,  127.000 venezolanos pasaron la frontera (entre el sábado y el lunes) para adquirir alimentos y medicinas.

Tras el cierre el 19 de agosto de 2015 la tensión que iba en ascenso con la deportación de colombianos y el marcaje de sus puertas, las relaciones entre ambos países han caldeado los humos a pesar de que las relaciones no son las mismas.

Tarjeta migratoria

A pesar de que Venezuela y Colombia tienen suscritos acuerdos de libre comercio, desde la ruptura de relaciones, los venezolanos están condicionados además por una tarjeta migratoria y el condicionamiento de un monto de dólares o pesos para el ingreso.

Según Aguilar, la tarjeta migratoria es un cuello de botella más impuesto por el Gobierno del presidente Maduro.

Comenzó como un requisito para los comerciantes y productores que iban a comprar agroquímicos e insumos en la frontera, y a partir del sábado 14 es para todos los venezolanos.

 “Muchos trabajadores cruzan la frontera en búsqueda de insumos para poder cosechar, y cuando regresan a Venezuela, en las constantes paradas les requisan parte de la mercancía”, asevera Aguilar.

Improductividad

Las materias primas que ingresaban al país aportaban el 30 por ciento para abastecer la demanda nacional, pero todo eso se vino abajo con el estado de excepción.

Con el cierre de la frontera la fuerte escasez de insumos, químicos y fertilizantes obligó a los agroproductores a acudir a la frontera por Táchira  para poder adquirirlos con unos altos costos.

Aguilar explica que la subida de los precios de la poca producción interna de Venezuela se debe a las  constantes alcabalas militares y al pago de los insumos por el paralelo.

A pesar de los esfuerzos para mantener una producción interna, industrias como la central azucarera de Ureña que producía para el mercado binacional está paralizada en un 80 por ciento.

Y es que los múltiples entre los múltiples problemas de la central hubo impago del salario a los trabajadores, la falta de insumos y repuestos, así como la falta de materia prima.

Oxigenación del mercado

Con la apertura ingresan una cantidad de materia prima, y repuestos para los diferentes estados del país. Así como ropa, cuero para los textiles, entre otros productos.

Una de las propuestas de Fedecámaras Táchira es la creación de una zona franca entre ambos países para incentivar la producción y comercialización.

“Esa medida generaría puestos de trabajo, impuestos para las alcaldías, para generar divisas que podría asignar el Ejecutivo nacional para la reparación de vialidad y la creación de viviendas”, afirma Aguilar.

El Gobierno nacional desde hace 15 años decretó la creación de una zona estratégica fronteriza pero no hay acción alguna para una zona franca.

Se espera poder rescatar en el largo plazo los 60 mil empleos que se perdieron con el cierre del comercio formal y rescatar las 150 empresas aduaneras que tuvieron que cerrar.

Se aspira además retomar las operaciones de transporte de carga pesada de carbón que generaba unos 5000 empleos por el traslado de Colombia a Maracaibo, y de allí zarpaba a Europa. 

Aura Cumare

acumare@dinero.com.ve