ENTREVISTA-Gustavo Márquez: El control de cambio está agotado

Los modelos económicos de Venezuela, que vencieron, están empeorando los resultados económicos del país, dijo el ex ministro Gustavo Márquez Marín, de la gestión del fallecido presidente Hugo Chávez.

El ex funcionario, ahora investigador del Centro Internacional Miranda, señala que el modelo rentístico-importador es una de las razones de la desaceleración de la economía, que permitió a un solo sector la captura de la renta petrolera, y el más criticado, la vigencia de un control de cambio, que fue una medida temporal, pero que se ha mantenido por más de una década.

“Fue un error convertir el “anclaje cambiario” en la piedra angular de la política económica, cuando en realidad este solo es un instrumento de política cambiaria, utilizable temporalmente”, dijo Márquez, que desempeña el rol de conferencista y asesor.

-¿Cuál es el principal problema del país? ¿cambiario? ¿inflación? ¿gasto público?

-Es la profundización del modelo rentístico-importador-dependiente, que se sustenta en una burguesía parasitaria dedicada a captar la renta petrolera en un modelo de acumulación externo y la cual no ha invertido en los últimos 30 años, a pesar de los jugosos estímulos financieros, tributarios y cambiarios recibidos por el Estado durante ese período.

La implantación en el 2003 del control de cambio se justificó a raíz del golpe de Estado y del sabotaje petrolero para frenar la fuga de capitales y controlar la inflación. Funcionó bien en los primeros años pero, desde hace un tiempo viene dando señales de agotamiento y de prácticas corruptas como la del escandaloso desfalco de $20.000 millones por empresas de maletín denunciado por la expresidenta del BCV, Edmee Betancourt, cuya lista aún se desconoce y esperamos no quede en la impunidad.

-¿Qué piensa del aumento de la gasolina?

-Debe formar parte del conjunto de acciones a tomar en el marco de una Nueva Política Económica pero, no conviene tomarla de manera aislada. Debería aplicarse de manera progresiva en un período de 1 o 2 años  para minimizar su impacto inflacionario pero, parte de los ingresos que se deriven de dicho incremento deben destinarse a subsidiar y mejorar el transporte público, alimentar el fondo que financia las pensiones de los adultos mayores y los programas destinados a erradicar la pobreza extrema. Es una medida necesaria para darle un parao al contrabando de combustible y la corrupción asociada que nos está desangrando, liberando de esa manera más de 80.000 b/d para destinarlo a la exportación a fin de mejorar el desempeño financiero y operativo de PDVSA con todo lo que ello implica.

El artículo completo del exministro Gustavo Márquez puede leerlo en la edición impresa de la revista DINERO.