El año de los anaqueles vacios

Desabastecimiento y escasez son dos de las dificultades que han enfrentado los venezolanos a lo largo de este año. Recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE) junto al Banco Central de Venezuela (BCV) publicaron las cifras correspondientes al índice de escasez, el cual durante el mes de septiembre se ubicó en 20%. El índice de variedad se situó en 124, lo cual señala la escasa variedad de presentaciones de productos en los anaqueles venezolanos.

Luis Vicente León, director de Datanálisis, expresó que la situación es excepcional, pues “anteriormente el Estado no aceptaba la existencia del desabastecimiento o la escasez” e indicó que el cambio en el paradigma informativo es un buen indicio, que puede conducir a un trabajo del Gobierno en políticas destinadas a aliviar la situación.  

Durante su participación en el foro “Consumo y desabastecimiento en el mercado venezolano”, León expuso que el Gobierno se ha hecho consciente de cómo afecta su popularidad el aumento de los índices de escasez. Recordó especialmente la situación de 2007, cuando dicho indicador ascendió a 24,7%, año en la que el partido de Gobierno perdió las elecciones por la Reforma Constitucional.

Los más afectados

Por su parte, el presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), Roberto León Parilli, comentó que la situación vulnera los derechos a la alimentación y la libre elección, los cuales están contemplados en la Constitución de la Republica en sus artículos 117 y 305. Expresó que la situación debe ser resuelta de manera inmediata, pues la población más vulnerable es la que sufre con más intensidad las consecuencias del desabastecimiento de alimentos.

Explicó  que el Gobierno no puede tratar de enfocar el problema desde la óptica de una guerra económica por parte de los empresarios, cuando el mismo Estado es empresario productor de muchos de los rubros que hoy escasean. Sin embargo, reconoció que la especulación que ha señalado el Gobierno como causante del alza de la inflación, está íntimamente relacionada con la escasez de productos regulados, por lo que celebró la medida de supervisar la venta de alimentos con precio controlado por parte de vendedores ambulantes.

Industrias debilitadas

El viceministro de Alimentación, Rafael Coronado atribuyó el fenómeno a la llamada guerra económica a cargo de los factores económicos del país. Denunció además las redes de tráfico de alimentos regulados hacia Colombia, las cuales, según la información que maneja el ministerio, actúan en estados fronterizos y disponen de una estructura muy organizada.

De igual manera, Alberto Salas, gerente general de Estadísticas Económicas del INE mencionó el desvío de materias primas a la producción de bienes no regulados, citó específicamente el caso de la azúcar, la cual asegura es destinada en su mayoría a la industria refresquera. Indicó una situación similar en el mercado del papel higiénico, donde  la materia prima para la producción de papel toilet estaría siendo utilizada para la producción de toallines.

Por su parte el presidente Ejecutivo de Conindustria, Ismael Pérez Vigil, en su intervención comentó que el aumento de la demanda de alimentos y el debilitamiento del parque industrial del país, son la causa principal del desabastecimiento. Indicó que los industriales han visto mermar su capacidad instalada motivado a la imposibilidad de invertir en equipos nuevos por la poca rentabilidad que suponen los controles de precios y la inaccesibilidad a Cadivi para la compra de bienes capitales; razón por la cual hay menos oferta de productos de fabricación nacional.