Venezuela: un país con potencial, más allá de las ideologías

En reiteradas ocasiones hechos afirmado que la economía, el desarrollo y el crecimiento de país no depende de las ideológicas, sino de la capacidad de su gente, su sector privado y su gobierno de echar hacia adelante.

De allí la necesidad de acuerdos para salir de las crisis. Venezuela ha sido un ejemplo de lo que las ideologías le hacen a la economía y, por ende, a su pueblo y a su potencial para crecer y generar bienestar.

No obstante, pese a la crisis, Venezuela sigue siendo el epicentro de negocios apetecibles. Y una muestra es que, con la crisis que venimos aguantando desde hace años, más la pandemia, aún hay negocios en pie, hay iniciativas, el sector privado está empeñado en aportar soluciones.

Así lo destacamos en nuestra reciente intervención en la conferencia Geopolítica del Caribe como Centro de Negocios organizada por la Cámara de Comercio Venezolana-Dominicana (Cavedom).

Me voy a permitir citar una parte de mi discurso. “La verdadera libertad política y económica de los pueblos latinoamericanos y del Caribe la crean los sectores productivos privados, de ahí el gran dilema de los Estados intervencionistas que terminan con los negocios y acaban también con las libertades”.

Creo, efectivamente, que las empresas, los negocios promovidos por sectores privados son los verdaderos creadores de la libertad de nuestros países.

Mientras que los gobiernos populistas tienden lamentablemente, a no atraer inversiones ni fuentes de empleo.

Lo que se ha logrado en el país, pese a la ideología, ha sido por influencia de los pragmáticos en el Ejecutivo.

Ellos son creyentes de la libre iniciativa. Por ello, los negocios de estos Estados son los que permiten que nuestros negocios crezcan y permiten una mayor calidad de vida para los más pobres.

Es por eso que los Estados paternalistas deben dedicarse fundamentalmente a los programas sociales y atender a la población más necesitada con esos planes y no meterse en el área de las empresas a tomar propiedades como ha sido el caso en algunos países.

Esa es una actividad de los sectores privados que son los únicos que pueden darle empleo y calidad de vida a toda la población de nuestros pueblos.

Tenemos ejemplos claros como Panamá que se ha convertido en centro financiero de El Caribe. Y por el otro lado República Dominicana que hoy es el centro de interés de inversionistas y como parte fundamental del eje comercial y de transacciones de negocios en la región.

¿Cuáles son las soluciones?

Hay varios elementos que nuestro país debe tomar en cuenta para promover  el comercio y las relaciones con la región. Entre ellas destaca la modernización de los puertos, aeropuertos y aduanas, sin olvidar aspectos como los fletes y aranceles, las leyes de seguridad jurídica y demás temas del mercado común que atraigan a los inversionistas.

Por otro lado, se debe poner énfasis en acabar con los controles de cambio y de precios, así como el control de la inflación que logra efectos extraordinarios en los negocios.

Para lograr todo esto, son necesarios los acuerdos y encontrar las coincidencias.