Sector privado debe participar en México
A medida que se acerca el final de este 2021, se va cumpliendo, paso a paso, lo que en nuestros Informes Confidenciales adelantamos, acerca de que al tercer trimestre de año tendríamos algo de luz al final del túnel.
Se trata de tres temas fundamentales: las elecciones, los acuerdos del diálogo en México en los que debería estar el sector privado y el comienzo de la recuperación de la economía donde por supuesto es el empresario el actor.
En cuanto a las elecciones debemos destacar como un hecho positivo que la oposición liderada por Juan Guaidó haya decidido, por fin, participar en los comicios y que los miembros del G4 hayan comprendido que ceder espacios en política es lo peor que se puede hacer.
Se instaló la AN, se tomaron medidas y se siguen tomando. No son todas las que quisiéramos, pero, luego de tantos años de crisis, lo mejor es que poco a poco se vayan recuperando esos espacios, aunque falta que la AN legisle sobre las leyes económicas estatistas y obsoletas que existen en el país derogándolas por unas modernas.
¿Cuál es la repercusión de esta decisión para el país y su economía? Que envía un mensaje poderoso y es que las diferencias se dirimen en las urnas, además de la recuperación del valor del voto.
Una vez que pasa esto, también se genera confianza y es lo que necesitamos para arrancar. Recuerden lo que ocurrió el año pasado con las elecciones parlamentarias.
Solo falta la presencia del sector productivo o privado en todo, en los acuerdos de México por supuesto, en la discusión de los aranceles, la participación de los servicios público, en el sector petrolero, obras públicas, servicios públicos, en todo eso que el Estado ha querido manejar hasta ahora.
Luego tenemos los primeros acuerdos concretos del diálogo en México, aunque faltan los económicos, porque faltó la participación del sector privado del país, donde uno se pregunta ¿Cómo se pueden reunir los actores políticos, sin pensar en la solución de la economía a través del sector privado?
También hemos expresado que detrás de las reuniones de México están los encuentros de representantes, enviados o mensajeros de Joe Biden y de Nicolás Maduro, como hemos afirmado con la seguridad de poseer la información confidencial.
El foco de estos primeros encuentros está mejores condiciones electorales, en lo humanitario, en la salud y los alimentos, la economía y más adelante en la flexibilización de las sanciones.
Maduro pone en el tapete las sanciones, las transacciones internacionales y las relaciones con Estados Unidos; mientras que EE. UU manda a decir que quiere abrir embajadas y, en ese proceso, salimos todos beneficiados.
Lo bueno es que como se trata de acuerdos firmados y avalados por ambas partes, no habrá quien se levante y patee la mesa, porque el mandato viene de arriba, Biden y Maduro.
La posibilidad de recuperar recursos de Venezuela en el exterior, como parte del oro en Londres o los derechos de giro del FMI, ya puede dar algo de tranquilidad al Ejecutivo.
Aún falta medidas por tomar, lo decimos siempre y seguiremos haciéndolo, porque al sector privado aún le faltan estímulos, hace falta recuperar la capacidad productiva, a través de los créditos y que se ponga orden en las importaciones, para dar prioridad a lo nacional, y ojo participar en las reuniones en México cuanto antes.
La dolarización va cada vez mejor, así como otras medidas como la reconversión, ahora hay que ir dolarizando los sueldos y eso no se puede hacer por decreto.
Se requiere solventar problemas como las fallas en los servicios o que empresas como Cantv y Corpoelec pasen al sector privado, por citar ejemplos, aunque sea a manos privadas rusas o chinas.
El tema de la gasolina aún no se soluciona, pero vamos en vía de hacerlo, tras el compromiso del sector privado en servicios para la recuperación de las refinerías, para que aumente la producción de carburantes y barcos que traerán lo necesario.
Tomando el pulso
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Bofa estima que la inflación mensual es de 8,2 por ciento. A pesar que los gastos del gobierno del presidente Nicolás Maduro han bajado 37 por ciento en los primeros tres meses del año.
Ramiro Molina mencionó que las obligaciones de pago de bonos que vencen entre este año y el próximo implican una negociación con un grupo de fondos de inversión.