2022…dólares, petróleo y crecimiento

Este año que acaba de comenzar llega cargado con grandes expectativas derivadas del cierre del 2021 que, contra todas las más nefastas predicciones, tuvo una moderada recuperación.

Para este 2022 va a continuar y profundizarse el proceso de dolarización que se puede decir que se consolidó con la política asumida por el BCV en los últimos tres meses del 2021: las intervenciones en las mesas cambiarias.

Gracias a estas intervenciones con un promedio de 55 millones de dólares semanales, el BCV ha logrado contener el tipo de cambio alrededor de los 4 y 5 bolívares. Pero, a la par que se ha contenido la inflación en bolívares, ha producido un fenómeno que está afectando a los que menos tienen: la inflación en dólares.

No obstante, pensamos que esta medida seguirá en el 2022, pero mucho va a depender de la evolución de los ingresos petroleros.

Es posible que el presidente Nicolás Maduro use unos ingresos de 30 mil millones de dólares más los recursos que le van a generar la producción de un millón de barriles de crudo diarios que fue la barrera que se rompió al terminar el año.

Solo así sería posible mantener el actual ritmo de intervenciones en la banca. De lo contrario la merma de las reservas internacionales va a ser un problema.

Aunque Venezuela va a seguir manteniendo la inflación más alta del mundo. Prevemos que este 2022 puede salir de la hiperinflación y hasta cerrar con 500%. El indicador, como dijimos, sigue siendo alto, pero nada comparado con los años anteriores.

Otro punto a favor de la economía de Venezuela este año, es que el consumo interno debería seguir recuperándose.

Esto tiene una causa y es, principalmente, por el incremento de las remesas y la desaceleración de los precios.

Hay que tomar en cuenta que, aunque la pandemia continúa, en la mayoría de los países las actividades prácticamente han vuelto a la normalidad, con las restricciones sanitarias de rigor.

Esto ha hecho que los migrantes venezolanos en el exterior recuperen o tengan trabajo y, por lo tanto, hayan podido volver a enviar remesas a Venezuela, lo que debería mejorar el ingreso real de las familias.

Por otro lado, el país está en relativa paz política y social tras las elecciones de noviembre.

 Esto no quiere decir que el presidente Nicolás Maduro esté en su mejor momento, no en lo que al manejo del poder se refiere, sino políticamente hablando. Por ello, debe manejar y balancear a los factores dentro de sus filas.

Un aspecto negativo de este 2022 se viene arrastrando desde hace muchos años y es el exceso de controles y temas como el encaje legal, la falta de acceso a créditos, así como la inseguridad jurídica y la cesación de pagos de los compromisos financieros internacionales.

Esa situación puede alejar inversiones extranjeras. Pero, en este particular se espera que, a un año de probada, la Ley Antibloqueo genere sus frutos.

El Ejecutivo debe trabajar para atraer a nuevos capitales y mejorar el comercio internacional de bienes y servicios.

Así que la mesa está servida para que este 2022 arranque con buen pie, pero si, y solo si, se resuelven problemas puntuales y que no se cometan los mismos errores, como el esquema 7x7, el control férreo de precios, cierres de negocios y, sobre todo, lo que tiene que ver con el abastecimiento de combustibles.