Sábado 16 de Noviembre de 2024

Músculo manufacturero se reduce por falta de divisas y materia prima

ANÁLISIS
El año 2017 comenzó y los industriales venezolanos alertan, que ante la crisis, la industria trabaja a 35,2 por ciento de su capacidad instalada

El año 2017 comenzó y los industriales venezolanos alertan, que ante la crisis,inudtsria la industria trabaja a 35,2 por ciento de su capacidad instalada por falta de divisas e insumos, este contexto afecta la oferta nacional de bienes y servicios, la cual aseguran se ha reducido sensiblemente, situación que, impactará no solo a las empresas sino muy especialmente al consumidor que cada vez verá más difícil el acceso a los bienes y servicios que necesita para cubrir sus necesidades básicas.

Juan Pablo Olalquiaga, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), manifestó que luego del brutal deterioro del valor de cambio de la moneda nacional ocurrido a finales del año 2016, las empresas quedaron en situación de fragilidad al no contar con suficientes recursos para reponer inventarios y mantener activas las líneas de producción, pero además para los empresarios no existe el mecanismo de convertibilidad cambiaria a tasas del dólar complementario (Dicom) o dólar protegido (Dipro).

Aseguró que bajo este escenario, es muy probable que 2017 registre niveles de actividad productiva muy inferiores a los obtenidos en años como 2015 y 2016.  Recordó que el año 2016, muchas de esas empresas cerraron y según sus datos recogidos por la organización, de 12.700 empresas industriales que existían en el año 1997,  pasaron a 4.000 al cierre del año 2016. Marco que en el caso del empleo, 54,7 por ciento de los entrevistados dijo que, se redujo.

“El mundo industrial venezolano, no tiene para capacidad de suplir las necesidades de bienes de los venezolanos”, aseveró Olalquiaga quien describió que entre los principales obstáculos para incrementar la producción destacan, la incertidumbre en el escenario político e institucional; falta de disponibilidad de divisas; falta de acceso a proveedores de materias primas y baja demanda nacional.

Describió que la encuesta de coyuntura del tercer trimestre del año 2016 revela que la situación actual de la industria, 69% de los consultados asegura que es mala o muy mala; 30% dice que regular y sólo 1% que muy buena.

En cuanto a las expectativas, 48% afirmó que se mantienen igual y para 46% la tendencia es a empeorar. Sobre la cartera de pedidos, 81,1% de los consultados dijo que es menor. Asimismo, 17% de quienes contestaron la encuesta aseguró que tienen 0 meses de trabajo asegurado, lo que quiere decir que su actividad está paralizada y 41% ratificó que solo cuentan con un mes de trabajo. Razón por la que alegó que los industriales no cuentan con capital de trabajo para reinicio de actividades en enero de 2017.

Las ventas en el tercer lapso de 2015 estaban en -34,12%, en el mismo período de 2016 bajó a -47,8%. Es así como 89,6% de la muestra testificó que sus ventas disminuyeron mucho o poco; 3,8% que se mantuvieron en los mismos niveles y 6,7% aumentó (mucho o poco). El único sector que advirtió un cierto repunte en sus ventas fue el de alimentos.

Sugirió que únicamente con un cambio de modelo económico, se podría trabajar en la creación de unas 26.000 empresas industriales nuevas, con la que se generarían de 4.000.000 de puestos de trabajo, directos e indirectos, de los cuales por lo menos 1.000.000 que podrían ser profesionales especializados en distintas áreas.

Reflexionó sobre la realidad que se vive Venezuela y afirmó que es insostenible. “La sociedad exige, con desesperación, un cambio radical de rumbo. Lo que sí es cierto es que somos una sociedad políticamente secuestrada”, indicó.

Consideró que en el país debería haber una empresa por cada mil habitantes. “Si tomamos en cuenta que la población de Venezuela, que está cerca de los 30 millones de personas, deberíamos contar con unas 30.000 empresas. Actualmente, apenas sobreviven 4.000 empresas manufactureras”, sentenció.

Cuidado en el ambiente inflacionario

Para Efraín Velázquez, presidente del Consejo Nacional de Economía, para el 2017, el Gobierno se enfrentará con un déficit de caja de US$ 9 mil millones.

Velásquez reveló que el ambiente económico en recesión se mantiene este 2017, agregó que los niveles inflacionarios seguirán siendo muy altos y no se observa mejoría notable en el tema del petróleo. 

“Es importante que la gente sepa que ante este ambiente inflacionario, hay que tener mucho cuidado con los gastos y tratar de hacer que el presupuesto alcance”, recomendó. 

Dijo que el año 2016, cerró con una caída económica en el orden de 9%, una inflación 320% e importaciones US$ 23 mil millones y un tipo de cambio protegido (Dipro) a Bs. 10,00 por dólar y un Tasa de Cambio Flotante (Dicom) cercano a los Bs. 700,00. El precio del petróleo promedio fue de Bs. 35,00 por barril y las reservas internacionales cerca de los US$ 10.600.000,00. Explicó que con la operación de canje realizado por Petróleos de Venezuela (Pdvsa), el país se podría ahorrarse en este año 2017, unos US$ 1.200.000,00. 

“El canje fue positivo y se hubiera podido ahorrar más. Lo que hay que tener presente es que lo malo del canje, es que no está incluido en una estrategia de financiamiento externo integral. Sino que fue una operación puntual”, formuló. 

Subrayó que si el precio del petróleo llega a estar en Bs. 45,00 por barril, podía generarse importaciones de hasta US$ 26 mil millones y el déficit de caja sería menor o de US$ 5 mil millones. Lo que implicaría que existirían recursos para pagar la amortización de deuda de US$ 3 mil 900 millones y sólo se perderían US$ 2 mil millones en reservas. Expuso que en este contexto habría que conseguir financiamiento de unos US$ 6 mil millones de dólares. 

Evidenció que el 2017, podría terminar resultando con un crecimiento en la actividad económica de 1% e inflación 192%, con reservas internacionales de US$ 10.600.000,00 y reservas liquidas cero. 

“Creo que la inflación será menor, porque existe una caída importante en el consumo, ya que ahora vemos los productos en los anaqueles y no se venden. La caída del consumo privado en 2016 fue de 8%. Las empresas van a tener que bajar sus panales operativos para tratar de seguir vendiendo en este año. Eso implica que el ritmo de crecimiento de los precios se va a reducir”, probó.

Declaró que al pensar en Venezuela a largo plazo en los años 2018 y 2020 hay que preocuparse por establecer una estrategia financiamiento integral, para sufragar importaciones y establecer una reforma fiscal que haga que el Banco Central de Venezuela (BCV), cumpla con su responsabilidad monetaria, propiciar inversiones petroleras e incentivar la inversión privada. 

Alentó retomar las relaciones con los proveedores internacionales de materia prima y pagar la deuda. “Hay que activar las líneas de créditos, actualizar los acuerdos bilaterales, acercarnos a los mercados de capitales y el tema del financiamiento es fundamental y si todo esto no es suficiente está el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, enunció. 

Industriales en problemas

Para José Luis Hernández, presidente de la cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Favenpa), este año 2017, comenzó con una industria de autopartes a las puertas de la desaparición con 91% de caída.  Expresó que las ensambladoras, trabajan con 30% de su capacidad promedio utilizada y que la producción de autopartes cayó 97% en cuatro años.

“La industria trabaja a 5% y tiene al 70% de sus trabajadores en casa, pagándoles sus beneficios, está muy cerca de la descapitalización total”, apuntó.

El caso del mercado de repuestos, el sector atiende a más de 4.2 millones de vehículos y en la actualidad trabaja 50% menos de su capacidad. Hernández argumentó que en esta oportunidad la razón que prevalece, es la caída del poder adquisitivo del venezolano. 

“El ciudadano de a pie decide primero comprar comida, antes de arreglar el carro o darse el lujo de poder comprar un nuevo automóvil”, exteriorizó. 

Asimismo, punteó que en el sector existe la necesidad de materias primas importadas. 

Recordó que la deuda del sector autoparte con sus proveedores extranjeros, exceden los U$ 408 millones de dólares. Van dos años y nueve meses, que no tenemos créditos con nuestros proveedores y obviamente no se puede importar materia prima. Pero lamentablemente tampoco disponemos de materia prima nacional”, consideró. 

Informó que el sector requiere para trabajar, 110 mil toneladas de acero y en el 2016 sólo recibieron 4% de parte de la Siderúrgica del Orinoco "Alfredo Maneiro" ( Sidor) C.A., “desde el mes de abril no ha proporcionado ni un kilo de material”.  Reveló que en el caso del aluminio el sector ha recibido 45%.  

Advirtió que sin materia prima, sin moneda competitiva y con la situación laboral difícil es imposible que el país salga adelante. 

“Evidentemente la industria tiene grandes necesidades que debe suplir para reactivar la industria y no sabemos si eso podrá ser factible en 2017”, dijo al reiterar que la expectativa para la producción de acero es cero y por esa razón continuarán parándose las empresas del sector. 

Por su parte, Giuseppe Penélope, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra), confirmó que el sector autoparte mantiene cifras de desabastecimiento que van de 45% a 50%. 

“La inflación golpea duro a los venezolanos. El sector autopartes depende de los ciudadanos y por esa razón nuestras ventas cayeron hasta 80% con respecto a las cifras del 2015”, advirtió.

Declaró que el tema de la accesibilidad de las divisas ha generado que 30% de sus afilados cierren, por el problema de no poder importar, e indicó que otros han tenido que irse del país y cerrar el negocio. 

Contó que en el tema de las carrocerías, espejos y vidrios en donde se presenta mayor problema, que los asegurados y taller mecánicos han tenido que negociar y traer piezas del exterior.

Ilustró que el mantenimiento mecánico de los vehículos ya casi no existe debido a la insuficiente oferta de productos en el mercado. 

Penélope, durante la asamblea anual de Canidra, indicó que espera que exista un cambio en el modelo económico, “queremos que en Venezuela la oferta supere la demanda esa es la única opción de bajar la inflación. Pero sin materias primas, sin moneda competitiva y con la situación laboral es difícil que podamos salir adelante. La industria tiene serias necesidades, estamos a punto de colapso total”. 

Exhibió que en el país urge una industria de acero que funcione, al tiempo que dijo que están haciendo inversiones en lugares estratégicos del sector autopartes. “Buscamos cuál es el modelo de negocios y destino que necesitamos. Indudablemente para que la industria subsista tiene que existir un cambio fundamental en el modelo de negocios o  económico que tenemos”.

El sector químico el país cayó 35% cifra que se equipara con la del sector industrial,  expuso el presidente de la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim), Francisco Acevedo. 

"El sector químico es transversal porque este afecta a todas las áreas industrial como alimentos, empaques, sector autoparte, caucho entre otros sectores del circuito que integra la industria", aclaró. 

Dijo que, si la industria no se recupera de un día para otro, la mayor dificultad a la que nos enfrentamos en el 2017, es a la obtención de la mano de obra calificada, porque a su juicio el personal calificado que se ha ido del país. 

Opinó que es posible activar 60% de la industria en 6 meses y después de un año la situación mejoraría  en  condiciones normales, pero de no ser así, vaticinó que la industria química podría seguir disminuyendo en su producción y en capacidad.

Para Tito López, presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar), la situación es más difícil porque 98% de los insumos para la industria, son importados.

Narró que recibieron US$ 75 millones hasta noviembre de 2016 o 10,4 % de la deuda de Cifar, pero que el monto total de la industria es de
US$ 5 mil 780 millones.

Afirmó que algunas empresas que tienen plantas en el país, fueron apoyadas  con US$ 61 millones “el resto, fue para casas de representación, que no dejan de ser importantes, porque traen medicamentos para enfermedades catastróficas, porque en Venezuela no existen plantas de hormonales. Existen grandes fallas y por esa razón faltan muchísimo los anticonceptivos, tienen 100 por ciento de falla en la industria". 

Apuntó que en el año 2014 recibieron US$ 419 millones y en 2015 la cifra de US$ 234 millones. "En 2014 vendíamos más de 700 millones de unidades en el mercado farmacéutico y en 2015 cerramos con 575 millones de unidades, lo que corresponde a 51% en la merma en las liquidaciones de divisas, actualmente tenemos US$ 75 millones, lo que corresponde a 30% de lo recibido en 2015. Indico que existe 34% de caída en las unidades, de agosto 2015 a agosto 2016. Estimo que cerró el año 2016 con US$ 190 millones de unidades”. 

Manuel Felipe Larrazábal, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), insistó en la propuesta de fomentar la producción nacional, acceso suficiente de materia prima y para ello hay que pagar la deuda comercial, establecer reglas claras en la asignación de los dólares, privilegiar el trabajo productivo y que cese la impunidad laboral.

Larrazábal replicó, que la industria de alimentos está capacitada para activar la producción nacional en 60 días.

“El desabastecimiento es el principal problema de la población. 95% los venezolanos, sabe que hay escasez. Lo normal es que una persona consuma un kilo de alimento al día y 30 kilos al mes. En el año 2011, el consumo promedio mensual era de 32,3 kilos por mes per cápita, en el año 2015, era 20 kilos por mes per cápita, desde enero de 2016, el venezolano consume 13 kilos de alimentos per cápita promedio", recalcó.

Relató que el indicador de producción de Cavidea mostró 25% de caída en la producción de alimentos procesados de julio 2015 a julio 2016, y que el índice de escasez cerró en el año 2016 por el orden de 77%.

El sector industrial coincide, en que se requiere que el Gobierno les deje manejar el 100% de las divisas que generan las empresas. Demandan inspecciones únicas de despachos en las empresas, eliminar permisos, reintegro inmediato impuesto al Valor Agregado (IVA) y la exoneración del aporte de  Ley orgánica de ciencia, tecnología e innovación (LOCTI), entre otras medidas de controles, que atestiguan les ha llevado a la  miseria.

Por Marlene Monsalve

redacción@dinero.com.ve

Esta nota puede conseguirla en la edición impresa de la revista DINERO edición 306

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