Análisis: La violencia se cruenta y masifica en Venezuela

2015 deja un saldo de más de 27 mil víctimas de homicidio, una mutación en los robos agravados, pasando a ser multitudinarios y a desinhibirse para tomar las calles a plena luz del día. Pero quizás lo más grave es que la violencia ha recrudecido en los secuestros, el aumento de abusos sexuales en mujeres y hombres, así como las muertes en cautiverio se están apoderando del día a día del venezolano, reporta Fermín Marmol García, abogado criminalista.

Según Roberto Briceño León, del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), por cada cien mil habitantes hay 82 homicidios. Y el aumento de la violencia durante 2015 en comparación con 2014 es de un 90%, es decir, 1 de 5 hogares fue víctima de delito en los últimos 12 meses.  96% de los arrestos por homicidio, no hay juicio ni castigo.

Sin embargo, Marmol García registra que los homicidios aumentaron sólo 12%, y además afirma que la tasa de asesinatos a funcionarios policiales y militares creció en 16%. La impunidad aumentó dos puntos este año sobre el consolidado de 2014, que registraba una tasa de 96%. Es decir, de cada 100 delitos sólo castiga 4. “Como dijo Eduardo Galeano: no hay mejor publicidad para el crimen que la impunidad”, sentenció.

Los secuestros se han recrudecido a tal punto donde aumentaron los índices de abuso sexuales en hombres, mujeres y menores de edad, así como las lesiones y muertes en cautiverio. Y además, logró abarcar no sólo la noche sino el horario matutino y “mañanero”, explica Marmol García. También cambiaron los botines, lo que más solicitan son dólares o cifras equivalentes en activos como motos, carros, joyas y electrodomésticos.

Entre las zonas más peligrosas califican Cota 905, El Paraíso y Caricuao. Tan sólo en 2014 se reportaban ya ataques con granadas pero en enfrentamientos con funcionarios, para 2015, se convirtió en un arma del hampa común. De hecho, el diputado y candidato a la reelección por el PSUV, Freddy Bernal, a través de la señal abierta de Globovisión el 19 de octubre, que los ataques podrías “estar vinculados a funcionarios policiales”.

El robo se adueñó de la sociedad venezolana. El hurto (sin un arma blanca o de fuego) se incrementó, se da en las oficinas, tiendas, supermercados de manera muy generalizada. Esto se debe a que “la impunidad se estableció en el país (…) La gente no roba por cometer el delito, sino porque sabe que no lo van a castigar. Los índices de impunidad. Por ejemplo, el robo de los celulares tiene un índice de 98% de impunidad”, explica Briceño León.

El delito se mueve de un lado a otro. “Muchos delincuentes decidieron organizarse y emplear la extorsión. Se ofrecen como protectores de la defensa y la vida por un precio módico de vacunas para el hogar, el transporte o el comercio”, explica OVV. Y eso ha hecho que el ladrón común tenga cerrado espacios, y migre o se mude a otro tipo de delitos, estos pueden ser los de robo de viviendas. El botín son joyas y divisas en efectivo.

“Ante la devaluación tan grande de la moneda, la gente tiende a ahorrar en divisas, porque es una manera de protegerse contra la inflación, y quien tiene no tiene la capacidad de ahorrar en un banco en el extranjero, lo hace debajo del colchón. Y eso ha atraído a los depredadores”, explicó el especialista del OVV. 

La escasez también atrajo los depredadores a codiciar y organizarse para robar empresas subsidiadas por el Gobierno venezolano. Ejemplo de ello es la banda “los chatarreros” que se dedicaba a hurtar a la empresa Silos Casa. El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) capturó el 25 de noviembre a seis sujetos por el hurto de 10 sacos de leche, 10 bolsas de lentejas, y artículos de primera necesidad, reportó la Prensa del CICPC de Altagracia, a través de su cuenta de Twitter.

Marmol García explica que la delincuencia pasa a ser mucho más estructurada, nucleada, y organizada, diferente a la institucionalidad. De hecho los robos a mano armada ganaron terreno y mutaron y se convirtió en pluriofensivo, cambiando su estructura de una sola víctima a salas de cine, playas, bodas, salones de clases y pasajeros de autobuses. “Eso demuestra a una delincuencia muy confiada a plena luz del día”, dijo.

Y eso se debe a que institucionalidad está destartalada, sin apoyo político para actuar, “aquí no ves casi policías de noche, realmente hay un déficit en las calles. Cuando se denuncia un crimen vemos las carencias de los funcionarios, tienen problemas con los vehículos, tienen déficit hasta para imprimir las denuncias. Cada vez es más frecuente escucharle a los policías decir que no pueden ir a una zona porque no tienen permiso al ministerio”, afirmó el abogado en criminología.

Según Marmol León, la delincuencia está mejor armada que los policías. Hay 114 instituciones municipales que no tienen las posibilidades de tener fusibles, 23 policías regionales que también están desarmadas, que cuando salen a cuidarnos salen a enfrentar bandas con granadas, fusibles, y con municiones escazas para los funcionarios, que sólo portan un arma corta (9mm) y chaleco antibalas.

Planes de seguridad y Estado de excepción

El Gobierno aplicó cuatro grandes planes de seguridad: el plan de patrullaje inteligente con cuadrantes de seguridad, plan de pacificación o zonas de paz, el plan desarme y OPL. Los tres primeros, según Marmol García, fueron disfuncionales, los cuerpos de seguridad, no los pudieron atender a largo plazo, ni mucho hacer que los delincuentes pudieran retroceder. Y esto se puede medir de forma muy sencilla, “los tabuladores son las tasas de homicidio y secuestro, las tasas de robo a mano armada”, dijo.

El plan OPL (Operativo de Protección y Liberación del Pueblo) comenzó con el despliegue de las  fuerzas policiales y militares dentro de las residencias de la Misión Vivienda, donde la delincuencia se apostó y asesinó a mansalva. Para el 29 de julio de 2015, Gustavo González López, quien fue ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, afirmó que se respetaron en todo momento los Derechos Humanos. Este plan fue modificado y aplicado en la frontera colombo-venezolana.

Bajo la figura de Estado de Excepción establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el artículo 337 y 339 se restringen las garantías de los ciudadanos, sólo cumpliendo las establecidas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que establecen que se garantiza la vida, prohibición de incomunicación o tortura, el derecho al debido proceso, el derecho a la información y demás derechos humanos intangibles.

En agosto de 2015, efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) tuvieron un enfrentamiento con delincuentes de origen colombiano, donde reportaron contrabando de productos de primera necesidad, gasolina y billetes venezolanos de alta denominación. Esa fue la causa para que el presidente Nicolás Maduro decretara estado de excepción en la frontera colombo-venezolana por Táchira y la activación del plan OPL.

Para agosto, José Vielma Mora, gobernador de Táchira, después de su delegación en la restitución del orden público, informó que 1.012 indocumentados colombianos fueron puestos a la orden del Consulado General de Colombia. Durante el operativo sacaron los ciudadanos de sus hogares, y les dibujaron en las puertas las palabras “deportado”. Se estima que 75% de los deportados son adultos, mientras que un 25% son niños y niñas.

Los Estados de Excepción se extendieron hacia Zulia, Apure y Amazonas. El presidente Maduro, nombró la Misión Nueva Frontera de Paz.

Roberto Briceño León, del OVV, explica que el bachaqueo (reventa de productos regulados con sobreprecio) se convierte en un delito. Pero es tan sólo una consecuencia de la alta inflación. Para 2015 representó 170%, según OVV, y se espera para el primer trimestre de 2016 en 200%.

“Lamentablemente la situación va para peor, porque no hay respuesta, no hay política, no hay decisiones. La regulación de precios es un incentivo para que hayan mercado paralelos y quebrar la producción, muchas de esas medidas afectan es al que tiene menos recursos e ingresos”, concluye Briceño León.

Escrito por Aura Cumare

acumare@dinero.com.ve 

La entrevista completa está publicada en la edición 301 de la revista DINERO disponible en todo el país.