Gobierno no está dispuesto a asumir el costo de la devaluación

El Gobierno del presidente Nicolás Maduro no ha oficializado la devaluación del bolívar debido a que no está dispuesto a afrontar todavía ese costo político.

Hace más de 20 días, Maduro unificó a 10 bolívares por dólar la tasa más fuerte del control de cambio de 6,30 y el Sicad de 13,50 bolívares, y decidió mantener la tasa Simadi que se deslizará en un sistema de bandas.

“El Gobierno no está dispuesto a asumir el costo político de tener un mercado oficial libre, el cual se deprecie, porque estamos en una economía que sufre de inflación”, explica el economista Daniel Raguá, de la firma ODH.

Recientemente, el ministro para el Comercio Exterior e Inversión Internacional, Jesús Faría,  dijo que el Gobierno aún no ha diseñado el convenio cambiario anunciado por Maduro.

“Estamos elaborando el mecanismo de manera que la tasa de cambio se convierta en un factor que promueva la inversión y la producción para que apunten en dos direcciones, sustitución de importaciones y que la casa de cambio tenga capacidad de competir, que las importaciones no sean tan baratas, que se encarezcan para que compitan", dijo en entrevista.

Según Raguá, este es un retraso clásico que caracteriza al Gobierno de Nicolás Maduro, y en este caso, está afectando las credibilidad del funcionamiento de este nuevo sistema, el que se espera que mantenga las bajas asignaciones, como los fueron los anteriores.

"El Gobierno espera que con la apertura de un mercado flexible los actores privados ofrezcan las divisas para aliviar el mercado, pero no va pasar porque no hay credibilidad, ni confianza, los actores económicos no se atreverán a hacerlo", afirma el economista de ODH.

SIMADI

El Sistema Marginal de Divisas (SIMADI) se creó con la finalidad de ser un mecanismo flexible, un tipo de divisa que responda las necesidades del mercado y la economía, sin embargo, el comportamiento ha sido inflexible, y no ha logrado liquidar a más del 9 por ciento del mercado.

Tras más de una década de control de cambio, "nunca hemos tenido un mercado que sea realmente flexible, se suponía que Sicad I y II serían eso, igual SIMADI. El Gobierno nunca estuvo dispuesto a asumir la depreciación de la moneda, sobre todo cuando en una economía hay un proceso inflacionario de 180 por ciento", explica Raguá.

Durante 2015 la depreciación del SIMADI fue casi nulo, se mantuvo casi todo el año alrededor de 200 bolívares.

Según el economista de ODH, lo más importante es la flexibilidad de la tasa de cambio, sin embargo, el Gobierno lo que ha hecho es crear nuevos sistemas con una tasa más devaluadas, pero inflexible, "así fue cuando Sicad I a 10 bolívares pasó a Sicad II a 60 bolívares, todos con un tipo de cambio fijo y sin lograr una solución perdurable en el tiempo", culmina Raguá.

Aura Cumare
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