Fedecámaras: Marco legal es para promover, no criminalizar

Convencido de que la clave en la solución de los problemas que vive el país se puede resumir en confianza, Francisco Martínez, presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámaras), señaló que ello será posible el día que el marco legal, en vez de servir de policía para criminalizar la actividad privada, sea el gran promotor de empresas.

En entrevista con la revista DINERO, el dirigente empresarial señaló que habrá confianza cuando el marco jurídico garantice la seguridad de bienes y personas, las inversiones se puedan reinvertir y el capital extranjero pueda ser repatriado.

“El Estado debe asumir la responsabilidad ante el país de la política económica. Los empresarios tenemos mucho que decir y hacer pero a partir de las políticas económicas que del Gobierno emanen”, expresó.

De allí que considera necesario que el Estado deje  de hacer política con la economía y asuma la responsabilidad de una verdadera política económica. "Mientras ello no suceda tendremos la economía secuestrada por la inseguridad, el desabastecimiento, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo", advirtió.

"La inseguridad desbordada, el deterioro del sistema de salud y la pérdida paulatina de bienestar del venezolano hay que frenarlo a toda costa", dijo al tiempo de asegurar que los sindicatos no alineados con el Gobierno y las empresas están dispuestos a contribuir para que de la mano del Gobierno el país pueda salir de la crisis, “la más severa que hayamos vivido en Venezuela”.

Partiendo del hecho de que Fedecámaras es la institución empresarial más representativa, Martínez cree que esta puede ser el canal para establecer un diálogo entre empresas y Gobierno, siempre y cuando este manifieste voluntad política,  la visión adecuada y esté dispuesto a sentarse con los principales sectores y factores independientemente de su ideología.

Apoyar el emprendimiento y la producción

En su opinión, la mejor manera de sembrar el petróleo es sembrar empresas y ello pasa por apoyar el emprendimiento, de generar una plataforma que permita que las compañías sean prósperas, realmente se fortalezcan y generen riqueza que se traduzca en puestos de trabajo decentes con sueldos dignos que estimulen la producción de bienes y servicios.

No obstante, señaló que el control de cambio, entendido como una medida de control político para perpetuarse en el poder, es el gran inhibidor del abastecimiento.

"Si el sistema cambiario fuera transparente, confiable, constante y que permitiera planificar la compra de materia prima, productos intermedios y repuestos que se requieren para las líneas de las cadenas productivas, para las maquinarias, para los vehículos y el transporte de productos, tendríamos la mitad de la batalla ganada contra el desabastecimiento y la especulación", expresó.

Fedecámaras cree necesaria la unificación cambiaria, pues asegura que “el sistema perverso de distintas tasas es lo que lleva a tener un mercado paralelo altamente especulativo”.

Martínez aseguró que el Gobierno es el único que tiene la capacidad y manejo del dólar y la posibilidad de cortar el ciclo de especulación con las divisas, convencido de que el sistema cambiario de tres tasas, a pesar de los ajustes, no funciona.

En su criterio, la mejor medicina contra el desabastecimiento, la especulación y el contrabando es la producción nacional con calidad de exportación, hecha en Venezuela por venezolanos.

No obstante, advirtió que los inventarios están en mínimos históricos, mientras que las empresas operan al 50% de su capacidad y aun así son las que más productos llevan al mercado, en tanto que “las confiscadas, si no están cerradas, registran niveles de producción insólitos. Todas las empresas están afectadas transversalmente, todas las cadenas productivas están rotas, hay procesos productivos y líneas de producción que están totalmente paradas”, apuntó.

Dijo que es común ver que las empresas tienen bajos inventarios porque para el Gobierno, dentro de la “discrecionalidad irresponsable” de funcionarios, tener inventarios se ha convertido en una actividad delictiva.

En su criterio, la mejor medicina contra el desabastecimiento, la especulación y el contrabando es la producción nacional con calidad de exportación, hecha en Venezuela por venezolanos.

Martínez llamó la atención sobre la informalización del sector comercio ante la nula capacidad de cumplir con la burocracia que -en su juicio- está afectando severamente a la actividad empresarial.

A pesar de la opacidad de cifras, Fedecámaras estima que en el país hay unas 350.000 empresas, de las cuales el 95% son pequeñas y medianas y de esta igual proporción son familiares. 

Mientras que Conindustria calcula que aún 7.000 industrias hacen lo posible para seguir en la actividad empresarial y productiva y tratando de mantener la mayor cantidad de puestos de trabajo, "ojalá puestos decentes con salarios dignos". A duras penas por lo menos preservan sus empresas y mantienen la mayor cantidad de puestos de trabajo, pero no cumplimos con la misión real de una empresa actualmente", enfatizó.

RECUADRO

¿Quién es Francisco Martínez?

La nueva cara de Fedecámaras, oriundo del estado Zulia, proviene de una familia numerosa.

La vena empresarial le viene del padre, quien hace 35 años fundó una compañía de venta y mantenimiento de maquinaria de construcción que hoy manejan sus 10 hijos.

La actividad gremial tampoco le es ajena, pues entre 2003 y 2005 fue presidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo, entre 2005 y 2011 fue vicepresidente de Promozulia, una institución público - privada de promoción de inversiones, y de allí saltó a la presidencia de Fedecámaras en esa entidad donde trabajó durante el período 2011 - 2013.

Son cuatro años dentro de la cúpula empresarial, primero apoyando la gestión de Jorge Botti y, más recientemente, la de Jorge Roig, en cuya directiva fue primer vicepresidente.

Comenta que en su gestión para el período 2015 - 2017 lo acompaña un equipo multidisciplinario, altamente cohesionado, con mucha experiencia en el gremio, que comparte una visión y una manera diferente de hacer las cosas, comprometido con las empresas, con Fedecámaras y con el país.

Carlos Larrazábal, expresidente de Conindustria, es el primer vicepresidente, y Ricardo Cusanno Maduro, expresidente del Consejo Superior del Turismo, el segundo vicepresidente, mientras que Aquiles Martini Pietri, expresidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, es el tesorero.   

Martínez garantiza que habrá continuidad en el trabajo hecho y se revisará lo malo para corregir y mejorar.

Comentó que en 2011 se produjo la reforma de los estatutos de Fedecámaras, lo cual permitió que por primera vez los presidentes de sectores y regiones se sentaran en el directorio y se hicieran sentir.

Asegura que este hecho es un diferenciador, pues ha convertido a Fedecámaras en una institución más dinámica y ha permitido procesar y entender los procesos que ocurren en los sectores y regiones para poder trabajar de forma articulada.

Resaltó que en los últimos años se ha trabajo duro para darle una nueva imagen a la cúpula empresarial, enfocados única y exclusivamente en temas económicos para incidir, no para acceder al poder político.

"Somos un factor determinante en la sociedad venezolana, pero nuestra misión está en el plano económico y jamás debería estar en el plano político", comentó al referirse al estigma que marcó  a la organización por "errores personalísimos de quienes conducían la institución en un momento determinado".

En esta nueva gestión que Martínez espera tenga vigencia más allá del período para el cual fueron electos en la 71º Asamblea Anual del organismo celebrada en Barquisimeto, la institución se ha propuesto operar bajo tres líneas estratégicas.

La primera de esas líneas es la defensa y difusión de los principios y valores de la empresa privada, la libre iniciativa empresarial, los derechos de propiedad, la productividad y la afirmación del Estado de derecho y de las libertades democráticas.

Sigue el fortalecimiento de la cadena gremial empresarial con acciones como la actualización estatutaria, organizacional y operacional, el incremento de la afiliación de cámaras y asociaciones de base,  y la introducción de innovaciones para mejorar nuestras capacidades técnicas y fortalecer las instancias de toma de decisiones.

Como tercera línea estratégica destaca la influencia sobre aquellos procesos que promuevan la reactivación económica, generando propuestas de políticas públicas en conjunto con el Estado y procurando la reinserción del país en el mundo globalizado.

"Queremos influir en los gobiernos con propuestas que puedan servir para el diseño de políticas económicas que permitan tener un país desarrollado y con crecimiento sostenido que dure más de una década y por varias generaciones, que se traduzca en progreso y bienestar", expresó.

Por Ingrid Margarita Rojas

redaccion@dinero.com.ve

Lea la entrevista completa en la edición 298 de la revista DINERO